El acuerdo judicial entre el Gobierno y las prepagas fue homologado el viernes pasado, un día después de conocerse la inflación de mayo, que se ubicó en el 4,2 por ciento. Esa homologación ha echado a rodar, definitivamente, las nuevas condiciones de funcionamiento del sector, en las que el Gobierno vuelve a retirarse desde julio como rector de precios de las cuotas que las empresas cobran a sus afiliados.
Clarín había adelantado ya algunos de los índices de ajuste que varias de las prepagas más importantes del país decidieron aplicar a partir de la nueva liberación del mercado. Ese abanico desplegaba algunas diferencias porcentuales, pero en las últimas horas se sumaron las más llamativas, que pasan a ocupar los dos extremos de la tabla: la que anunció el aumento más elevado y la que comunicó el más bajo.
Hasta ahora, los incrementos ya informados por este medio eran, de menor a mayor, los de Swiss Medical, con el 6,7%; Galeno, 7,45%; Medicus, 8,07%; Omint, 8,5%; y Accord Salud, 8,8% (tras la marcha atrás de un polémico primer anuncio del 18,8%). Ahora se suman al tope de la lista la prepaga del Hospital Italiano, con el 9,37%, y en el extremo inferior, Medifé, que pese a los precios liberados decidió como estrategia seguir la huella del IPC para ajustar en julio sólo el 4,2%.
La dispersión, de esta manera. se vuelve cada vez más amplia. Parece ser una primera señal, deseada por el Gobierno desde que en diciembre firmó el DNU 70, de que una vez retirado el Estado los precios empiecen -ahora sí- a acomodarse solos. Esto es, que tal cosa sea posible mientras cada prepaga dispone sus incrementos (siempre dentro de cierta lógica) en función de su criterio comercial y sus costos.
Esos matices entre compañías fueron menos evidentes especialmente en enero, cuando luego de años de control gubernamental las empresas fueron empoderadas para fijar los aumentos de las cuotas y sus decisiones terminaron de la peor manera: objetadas por el Gobierno al punto de dar lugar a una investigación por presunta “cartelización”.
Superada esa primera etapa de libertad frustrada, el experimento va por la revancha, con la esperanza oficial de que la experiencia del primer intento fallido funcione como combustible para un escenario menos convulsionado. Desde otros espacios políticos, como la Coalición Cívica -que realizó la primera denuncia contra las compañías, luego consolidada- creen que el Estado no debería abandonar su rol en la fijación de precios de la salud privada.
Ese criterio fue compartido, también, por la primera sentencia judicial sobre el fondo de la cuestión -no cautelar- dictada hace pocos días a raíz de la demanda de una afiliada de la prepaga Clínicas Marplatenses Unidas. El Juzgado Federal de Mar del Plata N°4 dispuso que la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) “determine en forma definitiva el valor de la cuota correspondiente al plan oportunamente contratado”, con índices de actualización “basados en criterios de razonabilidad y proporcionalidad”.
La explicación del aumento récord
Los últimos aumentos del Hospital Italiano y de Medifé tienen la particularidad de que ambos fueron los primeros en ser comunicados después de que se conociera el dato de la inflación de mayo. El resto de las prepagas mencionadas más arriba había enviado sus cartas antes del 13 de junio (fecha en que se conoció el último IPC). La inflación registrada en abril había sido del 8,8 por ciento.
En la carta que el Hospital Italiano envió a sus afiliados se explica el ajuste del 9,37% con una salvedad: “Aunque necesario, no cubre en su totalidad los recursos requeridos para enfrentar los costos crecientes de nuestra actividad, pero continuaremos buscando soluciones y medidas que nos permitan mantener la calidad de nuestros servicios sin que ello represente un impacto desmedido en sus cuotas”.
En una comunicación aparte, la prepaga informa a los afiliados sobre el plan de devolución de lo cobrado por encima del IPC durante los primeros meses del año y sobre ese punto señala: “Comprenderá que estas acciones representan un considerable esfuerzo financiero para el Hospital Italiano; no obstante, nos comprometemos a mitigar su impacto sin afectar la calidad de la atención sanitaria que habitualmente brindamos”.
Clarín tuvo acceso al caso puntual de un jubilado que -según detalló en un correo- en diciembre de 2023 pagaba por el Hospital Italiano una cuota de 106 mil pesos y en mayo de 2024 el importe pasó a 368 mil pesos. En la carta en la que le avisan sobre el plan de devolución le confirman que el monto a su favor es de 91.955 pesos, que le serán reintegrados en 12 cuotas con un interés mensual del 2,5 por ciento (tasa de plazo fijo del Banco Nación).
Ese plan fue el que acordaron la SSS y las prepagas el último 27 de mayo en una audiencia ante el juez Juan Rafael Stinco. Esa acta ameritó luego que la Secretaría de Industria y Comercio diera de baja la cautelar que impedía a las prepagas subir los precios por encima del IPC al menos hasta octubre.
De esta manera, los tiempos se aceleraron y entonces será a partir de julio que la libertad volverá a buscar una vez más la manera de cuajar en el difícil mercado de la salud. Un concierto en el que resta conocer, ni más ni menos, el porcentaje que aplicará a su cuota OSDE, la prepaga más grande del país. Al ser la única en cobrar a mes vencido, será la última en mostrar las cartas.
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