A pesar de las altas cuotas, que llegaron en algunos casos en diciembre a los 300.000 pesos, las escuelas privadas de Neuquén y Río Negro mantienen la matrícula y -por ahora- no se evidencia una migración significativa al sistema público.
El presidente Javier Milei a fines de enero derogó una resolución que exigía a las escuelas privadas informar su estructura de costos y el valor del arancel a la Secretaría de Comercio. Con esta medida se liberaron las cuotas, sin tope -para las escuelas que no reciben ningún tipo de subsidio-, por entender que se trata de un vínculo contractual del ámbito privado entre el establecimiento y los padres.
El impacto de esa medida todavía es incierto, pero por el momento no tiene incidencia en Río Negro y Neuquén, según fuentes del sector consultadas por este diario.
Muchos colegios ya notificaron sus aumentos para marzo, aunque otros están más relegados y deben definir en los próximos días antes del inicio de clases o una vez que se defina la paritaria de los docentes privados.
Río Negro y el «esfuerzo familiar»
“Hay un esfuerzo de las familias para sostener la escolaridad que eligieron para sus hijos”, destacó Alfonso Pérez, presidente de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas de Río Negro (Asieprine), una organización que reúne a 23 colegios de Bariloche, Cipolletti, Roca, Viedma, San Antonio y El Bolsón, de los cuáles solo 3 reciben algún tipo de subsidio, el resto son aranceladas y se costea con el aporte familiar.
Pérez dijo que “en general no hay una merma de matrícula, en algunos casos hay altas y bajas que se compensan”. Los mayores movimientos se dan en Bariloche donde la población es más fluctuante.
El arancel es variado. Depende de los servicios que ofrece el establecimiento ya sea jornadas simples o dobles, la incorporación de una segunda lengua, talleres extracurriculares, entre otros. En Bariloche, donde está la mayor oferta de escuelas privadas los precios van desde 100.000 pesos nivel Inicial; pasando por una franja de 150.000 a 260.000 pesos en Primaria (depende el grado y establecimiento); y de 180.000 a casi 300.000 pesos en Secundaria (varía según el año y el colegio). Pero esas cifras pueden ser mayores a partir de marzo porque algunas no informaron aún el ajuste.
En Roca, Viedma y Cipolletti los montos son inferiores y en promedio la cuota más alta llega a los 200.000 pesos.
Pérez remarcó que las escuelas aranceladas en 2023 aplicaron subas entre los aumentos del costo laboral y el IPC, es decir entre el 179% y el 254%.
El costo laboral insume entre el 75 y 85 por ciento de los gastos de la escuela privada. Los haberes tienen como piso la escala definida para los docentes estatales.
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