Un mes exacto desde la asunción
presidencial de Javier Milei se cumplirá este miércoles. Desde el día cero de
conducción, en un gabinete reducido, el alto perfil que suele imponer Patricia
Bullrich viene acaparando buena parte de las noticias de un gobierno que tiene
a la Seguridad como eje central de su agenda.
Los primeros piquetes contra
Milei, la marcha de la CGT en rechazo al DNU y la proximidad de un paro general
durante medio día el próximo 24 de enero le dieron a Bullrich un protagonismo
del que nunca renegó ni lo hace ahora. No se relaja definitivamente, cuentan
cerca suyo, ni los fines de semana, tiempo que aprovechar para pasar con su
hijo y sus nietos, pileta y juegos de por medio.
El balance, cree Bullrich, viene
siendo positivo, con peso interno dentro de las decisiones de gobierno, con un
ministro "propio" como Luis Petri en Defensa, funcionarios de su
confianza en distintos lugares estratégicos de ministerios y mucha libertad de
acción de parte del presidente, e incluso una relación de cordialidad con la
secretaría general Karina Milei, temida por muchos funcionarios de primeras y
segundas líneas.
Bullrich sabe que si administra,
como hasta ahora, los temas vinculados a la seguridad y contiene los focos de
protesta social, su aporte central estará hecho, y que en todo caso los
reflectores y las críticas se trasladarán más a los decisores económicos como
Luis Caputo, o el propio Milei, en caso de que la economía no arranque después
de marzo como muchos esperan que suceda.
Es un fino equilibrio, porque en
un ministerio tan sensible como el que maneja Bullrich los vaivenes económicos
pegan de costado. Pero ella está convencida de que la salida es con shock y no
con gradualismo. En buena parte, Milei está haciendo todo lo que ella hubiera
querido hacer si era presidenta y que le generaba cortocircuitos internos
dentro del ala más conciliadora del PRO.
La ministra de Seguridad está
segura de que el camino que eligió Milei es el correcto, respalda el mega DNU,
cree que la sociedad banca al presidente y que todavía hay lugar para seguir
exprimiendo el slogan "no hay plata". "Era por acá, no nos
podíamos quedar con lo otro, con el kirchnerismo, que era un modelo
agotado", es la reflexión que baja en las charlas políticas que tiene.
La disputa interna en el PRO
En paralelo, Bullrich no
descuida la negociación política. Si bien renunció a la presidencia del partido
al asumir como funcionaria de Milei, sigue siendo una voz clave puertas adentro
en las oficinas de la calle Balcarce, donde funciona el PRO, el partido que
fundó Mauricio Macri.
A casi tres meses de las
elecciones que la dejaron afuera del balotaje presidencial, Bullrich sigue
diciendo que ese 24% que la apoyó en diciembre eran votos propios en su
mayoría. Y que se demostró en la segunda vuelta que terminó encumbrando a
Milei.
"Patricia fue la
interlocutora con Milei, fue ella quien se lo presentó a Macri y la que después
armó ese encuentro en Acassuso el 24 de octubre", comentan fuentes
bullrichistas respecto a la influencia de la actual ministra, en detrimento del
ex presidente de la Nación.
La relación entre Bullrich y
Macri, más allá de algún gesto puntual, es tirante desde los tiempos de la
campaña. La ministra no está dispuesta a mostrar una posición de sumisión
frente a los planteos del ex presidente, por estos días de vacaciones en Cumelén
y que parece encaminado a liderar el PRO en 2024.
Si finalmente Macri asume la
presidencia del PRO, sería una continuidad de la línea dura al frente del
partido, teniendo en cuenta que en los últimos años lo presidieron Bullrich,
Federico Angelini y Humberto Schiavoni, todos referentes del sector de los halcones.
Pero se corre el riesgo, creen
fuentes con acceso al día a día de las decisiones del PRO, de que Macri quiera
adueñarse del partido y bajar decisiones desde allí a todos los sectores,
incluso los legislativos, en tiempos de fragmentación partidaria y de la
coalición de Juntos por el Cambio.
Por estas horas hay quienes
siguen con alerta la cercanía entre Macri y Victoria Villarruel, la
vicepresidenta, que tiene poder de fuego dentro del Senado, pero que en lo
relativo a lo ejecutivo quedó debilitada después de que le quitaran áreas
claves como Seguridad, Justicia y Defensa. En todas ellas, con mayor o menor
peso, juega fuerte Bullrich, que alineada a Milei no está dispuesta a ceder ni
un centímetro de la sólida estructura que viene construyendo.
PUBLICADO EL 08/01/2024
Por INFOALLEN – noticias@infoallen.com.ar