Para qué juega River? ¿Por otro
título y nada más? Por lógica histórica, esa sería la respuesta más sencilla,
la más simplista, la obvia. Pero ya pisando diciembre, con los supermercados
atestados de cotillón navideño, la sensación de producto inacabado a nivel
juego no ha desaparecido del todo.
Por eso, ante Instituto en la
tardecita dominguera de Avellaneda, Martín Demichelis se empeñará en conseguir
ese esquivo equilibrio entre la confiabilidad defensiva y la letalidad
ofensiva. Rasgos del identikit del campeón de la Liga Profesional que quedaron,
quizás, opacados por el devenir de sucesivos tropiezos futbolísticos -y también
de los ajenos a la pelota.
De hecho, este River que se
ufana de su potencial en ataque -24 goles a favor: nadie marcó más en la Copa
de la Liga- mostró tal endebleza que los dos últimos partidos los perdió sin
recibir un aluvión de remates: apenas cuatro tiros francos al arco le sirvieron
a Gimnasia y a Central para marcar cinco goles (uno fue en contra de Leandro
González Pirez).
Por eso, Demichelis aprovechó
tanto el amistoso en Concepción frente a Colo Colo como las prácticas en el Camp
para ajustar detalles en el fondo: la posible aparición de Paulo Díaz en el
lateral derecho, central que supo ocupar ese rol en San Lorenzo y en la selección
de Chile, es una señal de búsqueda de solidez.
Mientras que la posibilidad que
estudió de tener a Facundo Colidio desde el arranque aprovechando la salida de
Enzo Pérez (suspendido) se podría leer como una opción más disruptiva en el
último tercio, donde en los dos últimos partidos a River le costó avasallar al
adversario.
Demichelis sabe que cada paso
adelante en estos últimos partidos del año (el del cierre de la zona, el
eventual cruce de cuartos e hipotéticos subsiguientes, más la final del Trofeo
de Campeones) le permitirán moldear el River 2024. Donde ya habrá un plantel
más reducido, salidas emotivas (Enzo Pérez y Jonatan Maidana, se sumarán
Emanuel Mammana y quizás Matías Suárez) y mayor protagonismo tanto de los
juveniles canteranos (Claudio Echeverri) como de refuerzos que llegaron para el
mercado anterior.
Como Sebastián Boselli, quien se
metió nuevamente en la lista tras un buen rendimiento contra los chilenos,
además de Funes Mori y Lanzini, aun en un nivel alejado del que se esperaba
pero con un potencial que permite imaginarlos afianzados.
¿Enfrente? Estará Diego Dabove,
un DT con planteos siempre incómodos ante cuadros más poderosos: en este
semestre les sacó puntos a domicilio a Independiente (1-1), Godoy Cruz (1-1) y
Huracán(3-1). Un cuadro que si bien tendrá bajas que le afectarán en lo colectivo
(la de Jonás Acevedo es la más sensible en ese fuero) irá al estadio de
Independiente buscando redondear una campaña interesante, que le permita
proyectar un 2024 con otras ambiciones, ya sin el descenso en agenda. Y a eso
apelará en el LAD-RicardoEnrique Bochini.
Ahí mismo River intentará rendir
en campo ajeno, algo que también tendrá que sortear: le ha costado siempre que
salió del cómodo Monumental, incluso en territorios neutrales. Con la cabeza
puesta, antes de otra clase de objetivos mayúsculos, volver a ser el que
demostró un poderío inigualable, el que le sacó veinte puntos al segundo mejor
equipo de la temporada y ¡25! a un Boca de nuevo golpeado. Retomar, de algún
modo poético, el camino a la Gloria.
PUBLICADO EL 26/11/2023
Por INFOALLEN – noticias@infoallen.com.ar