Se debatió ayer nuevamente en Buenos Aires el acuerdo al
que habían arribado CAFI y la UATRE, con un aumento para la cosecha del 42%.
Los productores, representados por el allense Sebastián Hernández, insistieron
en “... no poder pagar ese porcentaje” y solicitó que “.. el Estado se debe
hacer responsable de esta situación. Desde nuestra federación planteamos un
diálogo con el Gobierno Nacional y las provincias para encontrar una salida al
planteo del gremio, y para que ninguna de las partes sea perjudicada".
Hernández aseguró que el acuerdo salarial era “arbitrario
y desmedido” y que los empresarios firmaron un acuerdo que perjudicará
notablemente a la actividad, incluso poniéndola en peligro. “Tenemos la
sensación que con el proceder que tienen los empresarios, buscan exterminar al
pequeño y mediano productor y monopolizar toda la actividad frutícola en cuatro
o cinco manos que representan a los exportadores y hacer desaparecer al
productor chico”.
Fue por ello que solicitó que se repasaran puntos del
petitorio: un “aporte no reintegrable” de $1,50 por kilo para “cosechar”; subir
el mínimo no imponible para aportes y contribuciones para reducir la carga
tributaria; y la revisión de retenciones y reintegros, insistiendo que se
diferencien a los chacareros de los otros actores económicos.
José Liguen, delegado regional de UATRE en Río Negro,
declaró sólo algunos días atrás que el acuerdo fue “una negociación muy dura
con el pequeño y mediano productor que quería dar 18%, pero como somos tres los
que discutimos, el tercero se tiene que acoger a lo que arreglamos. En este
caso predominó el porcentaje acordado con la CAFI”.
Sin acuerdos, la audiencia pasó a un cuarto intermedio
para el próximo lunes a las 14.
Para ese día fueron citados el Secretario de Trabajo de
Río Negro, Lucas Pica, el de Fruticultura de la provincia de Río Negro, Carlos
Banacloy, y el representante de la Secretaría de Producción en la Comisión de
Trabajo Agrario, Hugo Rossi.
PUBLICADO EL: 30-01-2019
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