El juicio por abuso contra el
dirigente de la Fruta, Rubén López, y el exjugador de Boca, Luis Abramovich,
comenzó ayer con algunos altibajos para la defensa: la víctima desestimó seguir
en la causa y el tribunal de juicio, por unanimidad, pese a ello decidió que el
debate debía continuar.
A los dos se los acusa del
delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o
más personas. La libertad de López dependerá de lo que se defina en este juicio
ya que en noviembre del año pasado fue condenado a 2 años y medio de prisión
por haber abusado de una empleada doméstica.
López y Abramovich llegaron a
primera hora. Se los vio a ambos cabizbajos y en silencio. Pocas palabras
entrecruzaron con sus abogados. Abramovich se sentó junto a sus defensores
particulares, Pablo Iribarren y Oscar Pineda, y López lo siguió al lado de su
abogado, Guillermo Oviedo. Apenas se inició el juicio se debatió sobre la
posibilidad de desestimar la causa ya que la víctima envió un escrito para
poner en conocimiento a las partes que “no quería seguir adelante”. Lo hizo a
través de su querellante, Pablo Barrionuevo.
“Quiere continuar con su vida
y pidió no seguir adelante con el juicio. Tiene temor a la exposición, teme que
tome estado público su nombre y eso es lo que más le preocupa”, indicó su
abogado, Barrionuevo. (Ver aparte)
El tribunal, presidido por
Marcos Burgos y los vocales Laura Vitale González y Marcelo Gómez, pidió un
cuarto intermedio de media hora para definir la situación. Apenas volvieron a
la sala de audiencia expresaron su decisión: “El juicio va a continuar”
La primera en declarar fue la
prima de la denunciante. Su declaración fue clave ya que contó detalle de lo
que pasó la madrugada del 20 de noviembre de 2016 cuando su prima fue
presuntamente abusada. Antes de comenzar a dar su versión sobre lo sucedido
aquella madrugada había pedido dar su testimonio sin la presencia de los
imputados por miedo a represarías, pero el tribunal no hizo lugar a su pedido.
La testigo comenzó diciendo
que esa noche trabajó junto a su prima en la peña de Boca en la Ponderosa de
Fernández Oro y que de ahí se fueron en la camioneta de López a un céntrico pub
cipoleño. Agregó que “no sabe cómo llegaron a la casa del dirigente”. En todo
momento señaló que “había tomado mucho”, que “le llamó la atención que tan
rápido se puso borracha” y que “a su prima la vio fuera de sí, como ida”.
Cuando le preguntaron qué paso
cuando llegaron a lo de López declaró: “Yo estaba muy descompuesta y me fui al
baño. Después entré a la habitación y los vi a todos desnudos. Mi prima estaba
teniendo relaciones sexuales con un hombre de barbita, mientras Abramovich y
López la tocaban” y agregó: “En un momento escuché que López le gritó “¡Dale
pendeja! ¡Apurate, tocame!”. Concluyó diciendo: “A mi prima la estaban abusando
los tres -por López, Abramovich y el hombre de barbita- la estaban tocando
porque ella no estaba en sus cabales. Para mí eso es abusar de alguien”.
Ayer también declaró un tío de
la víctima, que dijo que unos días después se enteró de lo sucedido a través de
la madre de la prima de ella, y una médica auditora de la Obra Social de
Camioneros que fue la que asistió a la chica en un primer momento. Aseguró que
“la vio muy angustiada, que se resistía a que revisen” y que “estaba muy
confundida”.
El tribunal le dio la razón a
la Fiscalía
El tribunal, integrado por
Marcos Burgos, Laura Vitale González y Marcelo Gómez, falló a favor de la
Fiscalía: el juicio continuará a pesar que la víctima no desee ser parte.
La querella, representada por
Pablo Barrionuevo, fue excluida luego de presentar un escrito donde exponía la
decisión de la víctima de retirarse de la causa. “Quiere continuar con su vida
y pidió no seguir adelante con el juicio. Tiene temor a la exposición, teme que
tome estado público su nombre y eso es lo que más le preocupa”, indicó su
abogado, Barrionuevo.
Por una unanimidad, los
magistrados aceptaron su solicitud y en simultáneo admitieron que la Fiscalía
siguiera sola con el caso.
Antes de conocerse la decisión
del tribunal, los defensores, tanto de Abramovich como de López, pusieron el
grito en el cielo: “Desde febrero de este año que la víctima está manifestando
que no quiere seguir y la siguieron sometiendo”, sostuvo Guillermo Oviedo,
defensor particular de López. Después recordó las palabras que esgrimió el juez
Guillermo Baquero Lazcano en la audiencia de control de acusación: “Si la
víctima no declara, la Fiscalía pierde el caso”, señaló el juez en ese
entonces.
Todos los defensores -Oviedo,
Iribarren y Pineda- coincidieron en que “el derecho a la defensa” y “el debido
proceso” se veía seriamente afectado ante la ausencia de la víctima ya que no
iban a poder preguntarle qué fue lo que pasó esa noche. En contraposición, la
fiscal Eugenia Vallejos, subrayó que “no afecta en nada que la joven cipoleña
haya decidido retirarse de la causa”.
Cruces entre los peritos
La audiencia se reanudó a las
15 con los testimonios de dos peritos, y de una psicopedagoga de la Oficina de
Asistencia a la Víctima (OFAVI).
En primera instancia declaró
la perito de parte Patricia Martínez Llenas -psicóloga- quien criticó al perito
oficial y aseguró que fue “una falta de respeto” cómo se trató a la joven, por
la “cantidad” de tests que le realizaron. “Ni siquiera a los victimarios se le
realizan tantos exámenes”, expresó. Indicó que la víctima tenía indicios de un
estado postraumático.
Luego se escuchó al perito
oficial Sergio Blanes Cáceres -psicólogo- quien aseguró que todos estuvieron de
acuerdo sobre los tests a realizar. Dejó entrever que no habían indicios
postraumáticos que pudieran tener relación con un posible abuso sexual.
Para cerrar la primera jornada
declaró Mariana Ruiz, de la OFAVI, quien admitió que en la último encuentro que
tuvieron, la joven dejó clara su intención de “terminar” con el proceso y la
causa.
“Tiene temor a la exposición
(...) teme que tome estado público su nombre y eso es lo que más le preocupa”. (Río Negro)
PUBLICADO EL 07-08-2018
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