La Inspección General de Justicia quiere saber
por qué en sus registros hay donaciones y convenios por $ 32 millones que no
tendrían respaldo.
En medio de los problemas judiciales que
afronta el sindicalista Víctor Santa María, sumó una intimación de la
Inspección General de Justicia (IGJ) por el movimiento de más de $ 32 millones
entre donaciones recibidas y convenios para realizaciones audiovisuales de la
Fundación Octubre Trabajadores de Edificios.
Los números que despertaron sospechas fueron
detectados en los estados contables cerrados al 31 de octubre de 2015. Con
poder de fiscalización permanente sobre la fundación, el organismo que depende
del ministerio de Justicia le dio diez días hábiles a Santa María para que clarifique
las millonarias sumas de dinero y realice declaraciones juradas.
“El Grupo Octubre, constituye un ámbito
creativo y plural que desarrolla, nuclea y promueve distintos emprendimientos
culturales, educativos, solidarios y comunicacionales, a través de la Fundación
Octubre Trabajadores de Edificios”, consigna el sitio web del conglomerado que
dirige Víctor Santa María, acorralado por la justicia. El multimedio es
administrado por la Fundación Octubre de Trabajadores de Edificios,
perteneciente al Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y
Horizontal (SUTERH), hoy fiscalizada y bajo observación.
A la denuncia por presunto lavado de activos
que tiene el sindicalista, a través de operaciones millonarias sospechosas en
Suiza, y sus vínculos con el empresario Leonardo Andrés Stangalini, señalado de
ser testaferro del sindicalista, se suman sospechas sobre manejos de fondos de
la Fundación Octubre Trabajadores de Edificios.
Finalmente, Santa María deberá explicar e
individualizar cada una de las sociedades anónimas que tienen como domicilio
fiscal la dirección de la Fundación.Hay que recordar que el sindicalista K está
investigado por operaciones millonarias con un entramados societario que
denunció la diputada Graciela Ocaña.
En la documentación aportada señaló que hay
una serie de firmas (con las que se movieron más de $ 60 millones), con objetos
sociales diversos y vinculadas a Stangalini, "comparten el mismo domicilio
como su sede principal de actividades, y que, incluso en aquellas direcciones
funcionen establecimientos que no guardan ningún tipo de relación con las actividades
que supuestamente llevan a cabo dichas empresas". El domicilio es uno de
los anexos del sindicato que conduce Santa María.
PUBLICADO EL 12-02-2018