En estricto silencio, la "lógica" del mercado reacomodó los
precios de los combustibles. Frente a la jugada de desensillar hasta que aclare
que aplicó YPF, Shell y Oil Combustibles, las dos marcas que la semana pasada
aumentaron 6% sus precios, rebajaron ahora un 1% las naftas y el gasoil para
quedar en línea con Axion.
Mientras tanto, la petrolera estatal, con el 55% del mercado, otorga
un alivio al Gobierno en materia de inflación del primer mes del año con su
quietud, ya que su próximo aumento impactaría escasamente en el índice de
enero.
Pese a que el martes pasado la angloholandesa subió sus precios, ya a
los dos días dejó la nafta súper a $ 23,95 (4,5% de alza respecto a los $ 22,94
anteriores). La premium quedó a $ 27,99 ($ 28,42), el gasoil común a $ 21,14 ($
21,47) y el ultra a $ 24,84 ($ 25,19). Oil Combustibles aplicó ayer un
retroceso similar, de acuerdo al portal Surtidores.
Fuentes del mercado estiman que esta semana es clave para observar
cómo mueve la petrolera estatal y el miércoles podría haber novedades en ese
sentido. Todo indica que la suba sería de 5%, a tono con el resto de la
competencia. Según consignó el diario Clarín el viernes, el Gobierno presionó a
YPF para que demorara todo lo que pudiera el nuevo incremento, de manera que el
impacto inflacionario se sintiera en cuotas entre enero y febrero.
La intención del ministro de Energía, Juan José Aranguren, de
normalizar cada uno de los mercados del sector, choca de frente contra la
batalla anti-inflacionaria del presidente del Banco Central, Federico
Sturzenegger. El alza de 32% en las naftas sumó 1 punto porcentual a la
inflación del año pasado y este año, con un nivel más alto de tipo de cambio y
el petróleo en ascenso, no presenta mejores novedades. Para balancear eso, se
busca retomar una idea que quedó en stand by con la reforma tributaria aprobada
en diciembre: usar el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) como
amortiguador de esas variables.
Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis, indicó: "Como YPF
todavía no subió y el aumento se incorpora bastante tarde en el mes, el impacto
en enero sería poco, de entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales". Por otro
lado, de cara a lo que va a ser un nuevo incremento en la electricidad, Zelpo
pronosticó que ese servicio sumará 1,2 puntos a lo largo del año.
La nueva lógica que impera es el silenzio stampa: las petroleras
quieren bajar el perfil y no adelantarán más sus próximos pasos en ninguno de
los dos sentidos (aumentos o descuentos). Incluso, una buena noticia dentro de
la mala (la reducción respecto a la suba anterior) la aplicaron sin hacer
comentarios.
Desde las empresas cuentan que con la reciente desregulación del
mercado podrían mantener precios por un prolongado período de tiempo o tocarlos
varias veces en una semana, de acuerdo a cómo se comporten sus rivales y la
reacción de los consumidores.
Desde una de las firmas se analizó en estricta reserva que aunque
ahora cada petrolera puede manejar a su antojo los precios, no habrá
diferencias notorias entre cada una. "Si un estacionero se va muy por
arriba de los otros, corre riesgo de perder demanda; si queda por debajo,
pierde rentabilidad y stock", se evalúa. Además, el aumento de 6% de Shell
y Oil la semana pasada fue visto como mayor de lo que aceptaba el mercado,
aunque es muy reciente aún para analizar cambios en el consumo. Es que Axion
solamente retocó un 5% su pizarra y los dejó mal parados. Entre YPF, Shell y
Axion se reparten más del 90% del mercado de la venta de combustibles, así que
se esperan más batallas de este tipo en adelante.
PUBLICADO EL 23-01-2017