Los integrantes de la organización fueron abusados por curas
pedófilos. Buscan demostrar que el Sumo Pontífice no es sincero en su condena.
Tras la visita a Chile, el Papa Francisco rechazó los cuestionamientos
que se le hicieron por haber nombrado a Juan Barros, un obispo acusado de
encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.
Ahora, una organización de víctimas argentinas, la Red de
Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico, dio a conocer una lista exhaustiva
de 55 circunstancias en las que el Papa habría actuado para "consolidar el
sistema de encubrimiento de los abusadores sexuales". Los siguientes son
algunos de los puntos del largo repaso por las conductas del Pontífice referidas
al grave problema de los ataques sexuales a menores por parte de religiosos.
El informe de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico
comienza por señalar que Francisco designó en el Vaticano a miembros del grupo
conocido como la "docena sucia", así nombrados por haber encubierto
sacerdotes pedófilos. Entre ellos, mencionan al argentino Leonardo Sandri y a
George Pell (requerido por las autoridades judiciales en Australia).
Peter Saunders y Marie Collins, dos víctimas de abuso sexual, habían
sido nombrados para integrar la Comisión para Tutela de Menores creada para
generar políticas de protección y prevención que funciona en el Vaticano. El
gesto fue interpretado, en primera instancia, como síntoma de verdadero
compromiso papal con el sufrimiento de los afectados. Sin embargo, tanto
Saunders como Collins renunciaron en medio de reclamos por "falta de
apoyo".
Además, según el informe, la Comisión se reunió pocas veces y no tuvo
acceso a la información de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es el
tribunal con competencia sobre el tema sobre abusos sexuales. Los resultados de
la comisión son prácticamente nulos, según diagnostica el documento de la red
de sobrevivientes.
El informe acusa a Francisco de mantener el secreto en los procesos
canónicos. En los casos de abuso sexual, este comportamiento del Sumo Pontífice
amordaza a las víctimas y lesiona sus derechos.
Otro de los puntos criticados es la no revelación del paradero de los
sacerdotes pedófilos apartados por un proceso cautelar canónico, de modo que es
imposible controlar que no se encuentren en contacto con adolescentes y chicos.
El informe también recuerda que Francisco anunció la creación de un
tribunal encargado de juzgar a obispos señalados por encubrir a curas
abusadores, pero luego dio marcha atrás. Lo sustituyó por un procedimiento
descripto en su carta "Como una madre amorosa". El mismo establece
que, en el caso de que un obispo cometa una falta grave relacionada con abuso
sexual de menores, se pondrá en marcha un proceso lento, secreto y burocrático,
con enormes garantías para el acusado: "La congregación competente de la
Curia romana puede abrir una investigación sobre el asunto, dando aviso a la
persona así como la posibilidad de aportar documentos y testimonios. Al obispo
se le dará la oportunidad de defenderse, lo que hará con los medios previstos
por el derecho. Todas las etapas de la investigación le serán notificadas y
siempre tendrá la oportunidad de encontrar a los superiores de la congregación.
Dicho encuentro, si el obispo no toma la iniciativa, será propuesto por el
propio dicasterio. Después de los argumentos presentados por el obispo la
congregación puede decidir si proceder con una investigación más a fondo".
El reporte de la asociación de víctimas enumera casos de encubrimiento
de obispos en varios continentes, de mayor o menor estado público. "En
Europa, protege a 25 obispos franceses -cinco de ellos en actividad- que
encubrieron a 39 sacerdotes abusadores de 300 niños", acusa. El informe
también remite a la situación en Alemania donde Francisco no ha sancionado a
obispos ni sacerdotes en el caso de 547 chicos abusados en el que está
comprometido el hermano del anterior pontífice. En América, perdonó mediante
indulgencia plenaria a los Legionarios de Cristo, cuyo creador, Marcial Maciel
fue acusado de abuso, fraude y extorsión.
La organización hace notar en su escrito que el Pontífice tomó
conocimiento en el 2014 de los casos de abuso en el Instituto Próvolo de
Verona, Italia y no adoptó ninguna medida a pesar de tener en sus manos la
lista de abusados y abusadores. Al año siguiente comenzó el proceso de beatificación
del obispo de esa ciudad. Luego, el Papa fue informado de las denuncias en las
sedes del instituto en Mendoza y La Plata. Sin embargo, no ha iniciado proceso
alguno contra los obispos en cuyas diócesis funcionaban esos institutos. Al
contrario, apuntan, le negó información a la Justicia sobre el caso,
contraviniendo lo dispuesto en un fallo de la Corte Suprema provincial
mendocina. Francisco tampoco inició procedimiento alguno para investigar el
encubrimiento de obispos a veintidós sacerdotes acusados de abuso en la
justicia penal , como Agustín Rosa, Mario Koessler y Justo José Ilarraz.
PUBLICADO EL 22-01-2017