El empresario K había denunciado que tres de sus cinco propiedades de
la Costa habían sido puestas en alquiler sin su consentimiento.
Desde la cárcel, el empresario Lázaro Báez alertó a las autoridades de
Pinamar con una fuerte denuncia. El detenido aseguró que tres de sus cinco
propiedades de la ciudad de la Costa Atlántica habían sido usurpadas y luego
puestas en alquiler. Sin embargo, fuentes policiales informaron que las
viviendas se encuentran deshabitadas.
La defensa de Báez había presentado un escrito ante el juez federal
Sebastian Casanello, que tiene la causa por lavado de dinero contra el
empresario que se encuentra en la prisión de Ezeiza desde abril de 2016. En el
documento decía que el empresario dijo haberse enterado de que tres de sus
propiedades habían sido usurpadas.
Las casas "usurpadas" a las que hizo referencia Báez están
ubicadas en las calles Troya 763, Helades 327 y en la Avenida Libertador 4197.
No obstante, cuando la policía llegó al lugar, se encontró que estaban vacías y
estaban en las mismas condiciones en las que las dejó el empresario K antes de
ser detenido. Asimismo, las autoridades identificador al garita de las
propiedades y lo invitaron a prestar declaración testimonial.
A Báez se lo investiga por las maniobras realizadas a través de la
financiera SGI -conocida también como "La Rosadita"- con el fin de
sacar del país sumas millonarias en dólares. El dinero habría sido logrado a
través de facturas truchas que simularon gastos en los contratos de obra
pública de las empresas de Báez con el Estado Nacional.
PUBLICADO EL 23-01-2017