No es un mito. La ciencia comprobó que los mosquitos suelen atacar a
ciertas personas por sobre otras. De alguna manera, eligen a sus presas. Pero
la buena noticia ahora es que los científicos encontraron una fórmula para que
los insectos eviten el “acoso” constante.
Un estudio publicado en la revista Current Biology asegura que los
mosquitos pueden aprender a asociar un olor particular con un desagradable
choque mecánico similar a ser aplastado, por lo que evitarán ese olor la
próxima vez.
El equipo a cargo del doctor Jeffrey Riffell, de la Universidad de
Washington, reveló que cuando expusieron a los mosquitos a una elección entre
mangas con olores humanos y mangas sin olor, los insectos prefirieron los
olores humanos, aunque algunos se vieron favorecidos más que otros.
Pero cuando la prueba se repitió, esta vez usando mosquitos que habían
estado expuestos a los olores humanos junto con vibraciones mecánicas
(capturadas por alguien golpeándose el brazo), los mosquitos no mostraron
preferencia por las mangas que olían a humanos. "Una vez que aprendieron
esa asociación, realmente reprimieron sus respuestas", dijo Riffell.
El estudio descubrió que los olores de ciertos humanos son más
atractivos para los mosquitos que otros, probablemente debido a la composición
de su aroma, y que los insectos aprendieron a esquivar estos olores más
fácilmente.
La capacidad de los mosquitos para asociar los olores con la
posibilidad de ser aplastados se debe a un mensajero químico en el cerebro
llamado dopamina. Los mosquitos cuyo sistema de dopamina se había visto
afectado por el equipo científico estaban menos motivados por los olores y
menos capaces de "aprender" a evitarlos.
Estos hallazgos pueden ser importantes a la hora del control de los
mosquitos y la transmisión de enfermedades, según los investigadores.