La presentación del Ministerio de Seguridad asegura que su aporte fue
"condición necesaria" para construir "el relato" de la
desaparición forzada del artesano.
El ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, realizó una
denuncia por "falso testimonio" contra ocho militantes mapuches en el
marco de la investigación por la muerte de Santiago Maldonado en Cushamen.
La denuncia quedó radicada ante la Justicia Federal de Esquel por
parte del secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales y Ministerios
Públicos, Gonzalo Cané, según informó el diario La Nación.
Los acusados mantuvieron ante esta misma dependencia versiones que no
se condicen con lo que reveló el informe final de la autopsia, a cargo de un
grupo de 55 especialistas, sobre el cuerpo del joven. Además, se contradicen
con el relato ofrecido por Lucas Naiman Pilquiman (Testigo E) al juez federal
Gustavo Lleral el 18 de diciembre pasado.
Los acusados por el ministerio son: el propio Lucas, su madre Claudina
Pilquiman, su hermana Ailinco Pilquiman, las militantes mapuches y ultra K,
Soraya Guitart y Adriana Baigorria, Andréz Millañanco -pareja del lonko
detenido Facundo Jones Huala--, Matías Santana y Ariel Garzi, este último amigo
de Maldonado. La denuncia se fundamenta por sus “compendios de mentiras
desplegadas”, indica el texto presentado en Esquel.
Las penas por falso testimonio oscilan entre el mes y los 10 años de
prisión dependiendo de las implicancias, el móvil y las proyecciones sobre la
causa que estos tengan.
“Surge con claridad que los denunciados mintieron en sus respectivas
juramentadas o, cuando menos, omitieron aportar la información que conocían”,
continúa el documento. “Los testimonios fueron condición necesaria para la
posterior construcción del relato por parte de determinados funcionarios
judiciales, referentes políticos y miembros de organizaciones de derechos
humanos, quienes no dudaron en calificar el ahogamiento accidental del señor
Maldonado en el río Chubut como una desaparición forzada de persona”, agrega.
la orden de concretar una denuncia de este tipo fue discutida al más
alto nivel y contaría con el apoyo del presidente Mauricio Macri quien por
estas horas se encuentra en Davos. El ministerio de Seguridad desde hace tiempo
tenía preparada las acusaciones, pero Bullrich quería esperar a que se cayeran
las medidas cautelares y pedidos de investigación urgentes de parte de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONU antes de arremeter con la
presentación.
El 21 de diciembre pasado, la fiscal Silvina Avila solicitó el cambio
del caratula de Desaparición Forzada a Muerte Dudosa al juez Lleral, quien días
después la sostuvo. El 16 de enero la CIDH levantó las medidas cautelares sobre
el país; y el 24 de este mismo mes la ONU cerró la investigación por la muerte
de Maldonado.
La última persona en ver con vida al artesano fue Naiman Pilquiman.
Este aseguró al juez Lleral que había dejado atrás a Maldonado solo y escondido
y que no fue detenido por los gendarmes. Según sus palabras bajo juramento, no
habló con nadie al respecto excepto con sus padres. Aun así, su madre,
Claudina, aseguró ante la Justicia Federal en un primer momento que ella vio
cómo los agentes cargaban un bulto que obedecía a las ropas de Maldonado a una
camioneta. Por otro lado, del testimonio de Naiman Pilquiman también se desprende
que en el momento en que él y Maldonado intentaban cruzar el río, Santana no
estaba observando los hechos tal como aseguró en su declaración. El joven llega
al grado de inculpar a su compañero cuando revela que Santana se enteró después
y por boca de otras personas que “faltaba uno”. Santa dijo haber observado con
binoculares como tres gendarmes capturaban, golpeaban brutalmente y se llevaban
al artesano en un camión.
Garzi, por su parte, es el amigo de Maldonado con quien compartía
algunos momentos en El Bolsón. Garzi dijo haber realizado el 2 de agosto una
llamada telefónica al celular chileno del joven y que alguien respondió por 22
segundos. Posteriormente se demostró que la llamada no existió, de acuerdo a
información de parte de la propia compañía de teléfonos trasandina WOM.