El juez Claudio Bonadio envió efectivos a su casa de Isidro Casanova.
Al salir esposado, gritó contra "la dictadura de Macri".
Luis D'Elía y "Yussuf" Khalil fueron trasladados a Comodoro Py
para ponerse a disposición de la Justicia, en el marco de la causa que
investiga un presunto encubrimiento del atentado a la AMIA por el Pacto con
Irán.
El líder piquetero kirchnerista recibió esta mañana a una delegación
policial en su casa de Isidro Casanova y corrió la misma suerte que Carlos
Zannini esta madrugada: fue detenido.
Hace meses que viene denunciando que quedará detenido: Hoy se cumplió.
"Quieren la humillación", llegó a decir D'Elía en su domicilio antes
de reingresar a su casa con los efectivos de la Federal enviados para hacer
efectiva la orden de prisión preventiva del juez federal Claudio Bonadio.
Cuando fue citado a indagatoria, el ex líder piquetero, fue enmarcado
en la principal acusación: la Justicia investiga si Cristina Kirchner y el ex
canciller Héctor Timerman fueron responsables de impulsar un "plan
criminal orquestado y puesto en funcionamiento" para "dotar de
impunidad" a los ciudadanos iraníes que tenían captura internacional
pedida a Interpol por el atentado a la sede judía.
Con este armado, los acusados por el atentado de la AMIA lograron
"eludir la investigación penal y sustraerse de la acción de la justicia
argentina, en desmedro de los intereses de las víctimas y el real
esclarecimiento del atentado".
Las "acciones criminales" denunciadas alcanzaron a los
principales funcionarios y dirigente de entonces: Carlos Zannini que quedó
preso esta madrugada, Oscar Parrilli, la ex Procuradora del Tesoro Angelina
Abbona, Timerman, Juan Mena, Andrés Larroque, Eduardo Zuaín, entre otros.
Para la Justicia, la maniobra contó con "canales paralelos de
comunicación y negociación, no oficiales", como "vías concretas, eficientes
y confiables para avanzar con el objetivo criminal planeado".
Se trató de "un grupo de individuos estrechamente vinculado con
funcionarios y ex funcionarios de los gobiernos involucrados", que desde
la informalidad "contribuyeron estratégica y sustancialmente con las
acciones necesarias para la concreción del plan", según la acusación del
fiscal Gerardo Pollicita, que participaba de la causa de encubrimiento antes de
que Bonadio la unificara con la de supuesta traición a la Patria, en la que
trabajaba su colega Eduardo Taiano.
En este grupo se incluyó a Luis D'Elía y a Fernando Esteche (ex líder
de Quebracho), Ramón Bogado (espía inorgánico de la ex SIDE) y Jorge Khalil
(dirigente de la comunidad iraní), que declararon ante Bonadio y Taiano.
D'Elía, ex funcionario de Néstor Kirchner, está señalado en la causa
como uno de los hombres que actuó de enlace con el gobierno iraní, que lo
invitó varias veces a viajar a ese país. Es lo que el fallecido Alberto Nisman
denominó como "diplomacia paralela", concepto que retomó el fiscal
federal Gerardo Pollicita en su último dictamen, donde pidió la indagatoria a
Cristina Kirchner y el resto de los sospechosos de encubrimiento de Irán en el
atentado contra la AMIA.
El fiscal incluyó en la investigación el cruce de llamadas entrantes y
salientes de los teléfonos de los acusados en la causa, entre los que se
encontraba D’Elía y el referente de la comunidad iraní en el país, Jorge
“Yussuf” Khalil, quien negó haber sido un “enlace” y señaló desconocer el
“Memorándum de Entendimiento”.
En sus aspectos generales, la justicia señaló dentro del
"accionar criminal" el funcionamiento de una "diplomacia
paralela", con los diálogos de Esteche y D'Elía con Khalil como parte de
"vías concretas, eficientes y confiables, para avanzar con el propósito
que verdaderamente han tenido los acercamientos y las negociaciones
diplomáticas formales: la impunidad de los acusados iraníes por el caso
AMIA".
PUBLICADO EL 07-12-2017
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