Charles Spencer Chaplin, el actor conocido como Charles Chaplin,
Charlot en Francia, Charlie entre los anglosajones y Carlitos Chaplín en
nuestras pampas, dejaba este mundo el 25 de diciembre de 1977, a los 88 años,
en su casa de Vevey, Suiza, luego de haber divertido y emocionado al público
durante decenios.
Nacido en Londres el 16 de abril de 1889, tuvo padres que actuaban en
el music hall, humilde escenario en el que debutó a los cinco años y en la
década de 1910 se integró a la troupe de Fred Karno, un empresario que viajó
por toda Europa y Estados Unidos. En 1914 nuestro héroe ya había fijado su
vista en el arte naciente del cine, todavía espectáculo de feria o barracón.
Sin datos acerca de qué pasó antes, ese año rodó 36 cortos de dos
bobinas, entre ellos “Kid Auto Races at Venice”, dirigido por Henry Lehrman, en
el que se supone que creó su emblemático vestuario, destinado a representar la
contracara de un hombre de la alta sociedad, una identidad que le duró hasta
1936, cuando rodó “Tiempos modernos”.
Durante varios títulos actuó como ladero de la “star” Mabel Normand,
al tiempo que se especializaba como organizador de “gags”, pero ya en “Caught
in the Rain” (1914) y “El vagabundo” (1916) su nombre aparece como director, lo
mismo que en “Día de pago” (1916), “La calle de la paz”, “En las termas”,
“Carlitos aventurero”, “El inmigrante” (todas de 1917) y “Vida de perros”,
“Armas al hombro” y “The bond” (1918).
En su listado memorable de éxitos se cuentan: “La quimera del oro”
(1925), “El circo” (1928), “Luces de la ciudad” (1931), “Tiempos modernos”
(1936), “El gran dictador” (1940), seguidas después de la guerra por “Monsieur
Verdoux” (1947), “Candilejas” (1952), “Un rey en Nueva York” (1957) y “Una
condesa de Hong Kong” (1967).
PUBLICADO EL 25-12-2017