Lo confirmó la autopsia de Genaro Fortunato.
Julieta Silva tenía 0,8 gramos de alcohol en sangre, poco más de lo permitido
para poder conducir.
La autopsia de Genaro Fortunato, el rugbier de 25
años que fue atropellado la semana pasada por su novia, Julieta Silva,
determinó que murió por aplastamiento de cráneo y que tenía 1,8 gramos de
alcohol en sangre. Además, se confirmó que Silva, de 29 años, también tenía 0,8
gramos de alcohol en sangre, poco más de lo permitido para poder conducir.
La pareja salió en la madrugada del sábado 9 de
setiembre del bar La Mona, en el departamento de San Rafael, aparentemente tras
haber discutido, y fue allí donde Silva se subió al auto y él, al intentar
"frenarla", cayó al piso. La joven anduvo unos 150 metros según
explicó la fiscal Andrea Rossi, giró en U y volvió en dirección a Fortunato. El
rugbier, que no había alcanzado a levantarse, fue atropellado por su novia.
Silva está imputada por el delito de homicidio
doblemente calificado por el vínculo de pareja y su comisión por alevosía, y se
encuentra detenida en el penal de San Rafael.
Los resultados de la autopsia practicada al cuerpo
de la víctima determinó que estaba alcoholizado y que la agresora también,
aunque en un grado mucho menor.
El relato del trapito
Un testigo del caso, un cuidacoches que se
encontraba en el lugar, dijo en una entrevista a Sitio Andino que
"llegaron juntos en el auto, venían tranquilos, pero cuando se fueron no
estaban tranquilos. Yo no los vi pelear en la puerta del boliche, sí se ve la
distancia que caminaban. En realidad, la que iba enojada era ella".
PUBLICADO EL
18-09-2017
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