Lo informaron autoridades de ese país a los jueces
y fiscales argentinos. También aparece Roberto Baratta, un ex funcionario de su
confianza.
El arquitecto Julio De Vido, diputado con fueros
ratificados tras una sesión donde el oficialismo intentó expulsarlo de la
Cámara baja, está bajo investigación del Departamento de Justicia de los
Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) por su posible participación de
cobros de sobornos en el caso Odebrecht. Así lo explicitaron autoridades de ese
país en una reunión que mantuvieron con jueces, fiscales y funcionarios de la
Argentina. Ese encuentro ocurrió el martes 11 de julio pasado. Los funcionarios
norteamericanos dijeron "De Vido" varias veces. Y dieron a entender
que existe documentación respaldatoria que sostiene a esa tesis inquietante.
Esta información fue reconstruida en base a fuentes
que conocen y están involucradas en la trastienda del caso de corrupción
transnacional que se desató gracias al propio relato que realizaron directivos
de Odebrecht tanto en Brasil como en los Estados Unidos: fueron ellos los que
contaron cuándo, cómo y a quiénes le pagaron coimas.
La lógica indicaba que si las autoridades de los
Estados Unidos habían dejado trascender que investigaban el rol que tuvieron en
esta historia los principales funcionarios que acompañaron a De Vido en su
gestión como ministro, siempre para favorecer a Odebrecht con millonarios
contratos de obra pública que la empresa habría logrado adjudicarse mediante el
pago de coimas, él, que fue la cabeza de una estructura gubernamental que
manejó alrededor de 14 mil millones de dólares estatales, también podía estar
involucrado en esta trama.
Lo está
Las investigaciones del DOJ sobre la causa
Odebrecht se basan en las declaraciones que los ex directivos y hasta el dueño
de esa empresa realizaron en sedes judiciales de ese país. Confesaron el pago
de sobornos y cómo los instrumentaron. El objetivo fue un éxito, en su momento:
la empresa logró adjudicarse contratos de obra pública , o ser contratada como
proveedora por decenas de millones de dólares pagados con fondos estatales.
Entre otros ex funcionarios que dependían de De
Vido, la Justicia de los Estados Unidos, y la de Argentina, menciona en
diferentes causas sobre todo a uno, que tenía un cargo con un nombre que ahora
podría tomar otro significado al oficial: el ex subsecretario de Coordinación y
Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta.
Ya se habían difundido los detalles y nombres que
se habían mencionado en la reunión entre los jueces, fiscales y funcionarios de
la Argentina que viajaron a Washington para intercambiar información y métodos
de trabajo para mejorar sus pesquisas.
En esa reunión, los anfitriones explicaron que
debía mantenerse reserva sobre lo que se hablaría allí. Fue un pedido de
cumplimiento complejo: los presentes eran más de veinte personas.
A los quince días de ese encuentro, el ex ministro
consiguió que 95 diputados votasen a su favor y logró así continuar trabajando
como legislador nacional, es decir, con fueros. Esa noche en el Congreso, De
Vido festejó lo que consideró un "triunfo".
El diputado, más allá de esa situación, está
nervioso. La Justicia nacional lo empezó a acorralar como nunca antes en casos
de corrupción.
El fiscal Federico Delgado, que no viajó a los
Estados Unidos, pidió el miércoles que De Vido sea citado a indagatoria en una
causa en la que se investiga el posible pago de sobreprecios en la construcción
de gasoductos. El juez que debe decidir sobre esa cuestión es Daniel Rafecas.
El ex ministro le respondió al fiscal ayer con un
escrito inusual. Ocurre que De Vido no conocía el dictamen de Delgado. Y basó
sus críticas en un resumen de prensa.
El dictamen de Delgado afirma que en el caso de la
construcción de los gasoductos el rol de De Vido fue "trascendental".
Palabras de Delgado: "La ingeniería legal y administrativa creada en
relación a las contrataciones para la ejecución de las obras públicas en
cuestión, obedeció a una intención de querer eludir las eventuales
responsabilidades hacia abajo en la cadena jerárquica”. El dictamen del fiscal
afirma que el ministro tuvo la responsabilidad final sobre cómo, y de qué
manera, la constructora Odebrecht sería subcontratada por las empresas que
construirían los gasoductos. Se calcula que el sobreprecio pagado por todas
esas obras alcanzaría lo 800 millones de dólares. Para que Odebrecht fuera
beneficiada, cree la Justicia, la firma pagó coimas. La hipótesis coincide con
la información que se maneja en los Estados Unidos.
Delgado parafraseó en su escrito al filósofo
Nietzche para explicar cómo fue que Planificación Federal llevó a cabo ilícitos
utilizando una normativa creada para ese propósito: según él, las “leyes
instrumentalizadas” funcionarion “como ficciones útiles”.
PUBLICADO EL
04-08-2017
POR
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