Caso Lucas Muñoz: Su hermano está convencido que ‘a esto lo idearon y lo llevaron a cabo policías’


Durante 27 días, Javier Muñoz estuvo convencido de que iban a encontrar vivo a su hermano, Lucas Muñoz. Por eso, cuando sonó su celular ese mediodía del 10 de agosto del año pasado su corazón comentó a palpitar con intensidad. Esa mañana había recibido un mensaje estremecedor en su cuenta de Facebook. “Lo lamento, pero a tu hermano lo dejaron tirado cerca de la Circunvalación”, fue el aviso que dejó el titular de una cuenta falsa.

Cuando Javier llegó al lugar donde habían hallado un cuerpo, quiso trepar la loma escarpada, pero no se lo permitieron. “Las piernas me temblaban, parecían de papel”, describió. “Una parte de mí se negaba a admitir que podía ser Lucas y la otra me decía que sí”, relató. “Se me vino a la cabeza el último abrazo que nos dimos en Viedma, con lágrimas en los ojos, porque éramos los dos sentimentales”, señaló. “Se me pasaron delante de los ojos, como una película, los 27 días de búsqueda”, rememoró.

Las dudas se despejaron horas después. Se trataba del oficial ayudante de la Policía de Río Negro, Lucas Muñoz, ejecutado de un tiro en la nuca.

Allí, comenzó la lucha de la familia por saber quién mató a Lucas. Pero un año después, la investigación todavía no arrojó grandes avances y el crimen sigue impune. Javier tiene una certeza: “Todo gira en torno de policías”. “Esto lo ideó y lo llevó a cabo gente de la Policía”, aseguró.

Javier brindó éstas declaraciones en el domicilio donde su hermano vivió los últimos días, en la calle Moreno y Frey de esta ciudad. Está convencido de que su hermano fue víctima de una interna de la Policía de Río Negro. No tiene pruebas, pero sospechas abundan.

“A un año que no surja nada es como que uno descree de la justicia”, señaló. “Es como que quisieran que no se esclarezca, que quede como un caso más impune”, sostuvo. “Apuntan a que la familia se desgaste con el tiempo, que se canse”, afirmó.

Aún confía en el trabajo del fiscal a cargo de la investigación, Martín Govetto, pero es crítico de la labor del juez Bernardo Campana.

Señaló que hay indicios de que a Lucas lo venían siguiendo.

Es más, sospecha que el 14 de julio pasado, cuando Lucas salió de su domicilio para ir a trabajar a la comisaría 42, en el barrio 2 de Abril de esta ciudad, lo estaban vigilando. Nunca llegó a su lugar de trabajo porque desapareció sin dejar rastros.

Javier recordó que su hermano salió vestido con su uniforme y una mochila, que nunca apareció. ¿Qué llevaba en esa mochila? Es una de las tantas preguntas sin respuesta. Tampoco se sabe dónde lo mantuvieron secuestrado hasta que resolvieron ejecutarlo. Los forenses de la Corte Suprema establecieron que Muñoz fue asesinado, entre las 12 del 7 de agosto y las 12 del 8 de agosto de 2016. Esta semana se cumple un año del hallazgo del cuerpo de Muñoz y todavía no hay imputados.

Javier explicó que esperan el resultado de los peritajes de celulares que fueron secuestrados tiempo atrás. Uno de los celulares pertenecía a Daniela Rodio, la novia de Lucas, que estaba de visita en Bariloche cuando el policía desapareció. También analizarán otros celulares que eran de exjefes policiales. “Lo que se trata de determinar es el historial de todas las llamadas que se hicieron en ese momento”, explicó Javier. Allí, puede estar una pista que ayude a orientar la investigación. (Río Negro)

PUBLICADO EL 07-08-2017
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