Especialistas aseguran que el avance de la ciencia
permite partos a una edad que en otras épocas eran muy poco frecuentes.
Cuando le confirmaron que la vida se había abierto
paso dentro de su ser, Liliana (45) -nombre ficticio- confirmó que su voz
interior tenía razón. “Sabía que no tenía que bajar los brazos porque en algún
momento nos llegaría la oportunidad”, confiesa la mujer que prefiere preservar
su identidad pero que no duda en hacerse “un tiempito” mientras sus mellizos de
seis meses toman un descanso, para compartir su historia.
Su camino, al igual que el de tantas otras
mendocinas que ansían el momento de quedar embarazadas y que por diferentes
motivos aún no han cumplido este sueño, no fue sencillo. Antes de lograr el
embarazo, ella junto a su esposo atravesó por numerosos tratamientos de
fertilización asistida que llevaron un mínimo de diez años desde el primero. La
última de diez fertilizaciones in vitro fue la que dio resultados positivos y
permitió que ahora la pareja atraviese por el momento más feliz de su vida.
El caso Liliana no es el único. De hecho, la
extensión de la expectativa de vida junto a los avances de la ciencia y la
posibilidad de extender los plazos para plantearse el desafío de la maternidad,
han llevado a que en los últimos tiempos haya más mujeres embarazadas a los 45
e incluso más.
El caso de la conductora Maby Wells (47) -que dio a
luz a su segundo hijo (una niña) hace unos días (ver aparte) - y el de la
actriz y vedette María Fernanda Callejón (51) -quien asegura encontrarse
buscando a un segundo bebé, tras el nacimiento de su hija en agosto de 2016-
pusieron de relieve el tema de la maternidad a edades avanzadas.
Amor sin límites
Ahora, a un mes de cumplir los 46, Liliana asegura
que su edad no es un impedimento para haber logrado un embarazo que en general
no tuvo mayores complicaciones (más allá de la necesidad de reposo en algunos
momentos) e incluso la recuperación luego del parto de los mellizos (un niño y
una niña) fue rápida. “Al día siguiente de que nacieran los bebés me pude
levantar y visitarlos en neonatología”, recuerda de aquellos instantes mágicos
del 9 de enero pasado.
A partir de allí, relata, la vida y la dinámica de
la familia cambió en un 100% y para bien. Entre risas, Liliana cuenta que la
posibilidad de ser mamá le ha permitido abrirse nuevos caminos y aprender día a
día junto a sus pequeños. “Todos los días en un nuevo regalo, porque nos
sorprenden todo el tiempo”, dice la mamá que ya ha logrado unificar los
horarios de descanso y comidas de los pequeños para contar con algo de tiempo
para la organización del hogar.
Alegre, la mujer asegura que atraviesa por una
dicha infinita y que eso le permite ni siquiera sentir cansancio. “Me siento
con mucha energía y ganas de darles lo mejor”, asegura y confiesa que ser madre
es lo que siempre había deseado. “No
quería irme de este vida sin saber cómo es ser mamá”, agrega Liliana y asegura
que en el proceso complejo de buscar el embarazo y luego de lograrlo, nunca
sintió miedo.
“Una vez que tenés a tus bebés en los brazos la
edad no existe, es en lo que menos pensás”, destaca y comparte se mensaje de
aliento a las parejas que están buscando. “A veces uno cree que ya no tiene
fuerzas para seguir, pero no hay que darse por vencido”, reflexiona.
Posible, pero con cuidados
Clara Caruso es gineco obstetra y actualmente se
desempeña como jefa del área de obstetricia del Hospital Italiano. Asegura que
a lo largo de su trayectoria profesional ha sido testigo de los cambios en
relación con la edad de las mujeres para concebir su primer hijo.
Dice que si bien aún no es lo más común encontrar a
mamás primerizas de más de 45 años, ésta es una posibilidad que se ha abierto camino de la mano de la ciencia.
“Sí es muy común ver a embarazadas con edades de
entre los 40 y 45 años; algo que antes poco frecuente debido a que la
maternidad no se postergaba hasta esa edad”, analiza la profesional que se
desempeñó durante muchos años en el Hospital Luis Lagomaggiore.
Caruso destaca que si bien en estos tiempos ellas
llegan a edades avanzadas con un estado físico y de salud que por lo general es
óptimo, el reloj biológico igual ha avanzado, por lo que la capacidad ovárica y
ovulatoria es considerablemente menor que a los 30 años.
El útero por su parte, tampoco es igual. “Es un
músculo que con los años puede presentar miohiperplasia, es decir, se pone más
duro y eso puede incidir en el crecimiento del feto”, advierte la especialista.
Así, entre los riesgos de lograr un embarazo en
esta etapa de la vida, figuran las alteraciones cromosómicas, el aborto
espontáneo, el parto pre término y la esterilidad. Para la mujer que no tiene
patologías previas puede surgir preeclamsia, diabetes gestacional e
hipertensión, entre otros cuadros.
Emilio Gassibe es ginecólogo especializado en
reproducción asistida del Centro de Reproducción Asistida del Oeste (CREO).
Desde su punto de vista, es una realidad que cada vez más mujeres de 45 años o
más opten por la maternidad.
Los motivos de este fenómeno son atribuibles a la
postergación de la maternidad (en pos de priorizar otros aspectos de la vida,
como el desarrollo profesional, personal o laboral) y a la conformación de
segundas o terceras parejas con las que se busca formar una familia. Las
dificultades de muchas parejas para concebir antes es otro factor de peso que
hace extender los plazos.
El profesional coincide con Caruso en lo que respecta al declive de la
cantidad y calidad de los óvulos a medida que pasa el tiempo. En términos
sencillos, hay que decir que éstos se agotan y envejecen. “Casi siempre las
mujeres que llegan a esta edad y quieren tener un bebé necesitan un tratamiento
con ovodonación porque prácticamente no hay óvulos en los ovarios o bien son
genéticamente anómalos", explica Gassibe.
El especialista asegura que en lo que va de este
año ha tenido a cargo tres casos de mamás de cuatro décadas y media. Para
diferenciar la realidad actual con la de tiempos pasados, él compara que su
papá, dedicado a la ginecología casi toda la vida, sólo tuvo un caso de este
tipo en toda su carrera.
Deseo supremo
Rocío Alaníz, psicóloga especializada en
reproducción asistida del Instituto de Medicina Reproductiva cuenta que buena
parte de las mujeres que buscan ser mamás en esta etapa de su vida, están
solteras y sienten que no pueden seguir postergando la posibilidad de brindar
todo su amor a uno o más hijos.
La profesional detalla que también hay casos en que
ellas mencionan haber encontrado tarde el amor y por eso desean fervientemente
conformar una familia.
“Por lo general llegan con una vida bastante armada
y planificada. Siempre el anhelo por ser mamás es mayor que los miedos que
puedan surgir”, comenta Alaníz y diferencia que
entre quienes ya tienen hijos más grandes, el proyecto de crianza de un
nuevo ser es tomado con una mayor madurez a esta edad comparación con los 20 ó
30 años, cuando tuvieron a sus hijos y/o hijas más grandes.
¿Qué miedos se presentan? Alaníz destaca que en
realidad el deseo supremo de quedar
embarazadas es mucho mayor. Por otro lado, las mujeres llegan muy bien
informadas, se asesoran bastante y se empapan sobre historias de otras mujeres
en la misma situación o que han logrado una gestación sin mayores
inconvenientes. Inclusive, por lo general el hecho de ser mayores y el proyecto
futuro que esta realidad implica para ellas y sus pequeños/as no es algo que
les preocupe demasiado.
Sin embargo, aclara la profesional, en el camino
que cada persona y pareja lleva adelante hasta lograr la concepción y posterior
gestación y parto, es factible que surjan situaciones que requieran un abordaje
psicológico. Un ejemplo es cuando es necesaria una intervención mediante la
donación de óvulos, ya que surgen algunas inquietudes relacionadas a la
renuncia a la carga genética.
El hecho de aceptar el diagnóstico frente a la
imposibilidad de concebir naturalmente como así también la carga emocional que
genera el propio proceso de búsqueda, junto a los duelos que pueden surgir a lo
largo de los diferentes intentos también son procesos que se viven de manera
muy particular por parte de cada mujer y de cada pareja, en el caso de tenerla.
Maby Wells fue mamá a los 47 años y presentó a su
hijo en las redes sociales
Maby Wells (47) se convirtió en mamá por segunda
vez. “Fue un bebé muy buscado, pero no hicimos ningún tratamiento. Nos tomamos
todo con mucha calma. Si pasaba, genial y si no, veríamos”, dijo en una
entrevista con revista Pronto.
La figura de la TV Pública, dio a luz a Bartolomé,
el 31 de julio, ya tiene una niña, Trinidad, de 6 años, fruto de su relación
con el ingeniero Gonzalo Teijeiro. “Tanto mi marido como yo teníamos muchas
ganas de darle un hermano a nuestra hija. Y también fue algo muy pedido por
Trini”, reveló la conductora.
Por otro lado, Maby reflexionó sobre lo que
significa ser madre a su edad: “Mi generación está bastante tranquila con el
tema de la edad.
Quiero decir que antes eso preocupada, pero ya no.
Siento que soy mamá en el momento correcto”. “A veces uno se apura por todo,
pero por algo las cosas se dan en el momento justo. Y este es el momento, me
parece. Por algo las cosas se dieron de esta manera. Conocía a mi marido
también grande: yo tenía 37. Antes de cumplir un año de pareja, nos fuimos a
vivir juntos”.
“Sería una abuela súper feliz, pero por ahora me
toca ser mamá”, respondió Maby ante el cuestionamiento sobre su maternidad
postergada que le hizo una persona.
PUBLICADO EL
07-08-2017
POR
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