Tom Holland es un quinceañero Peter Parker en
Spider-Man: De regreso a casa; en esta tercera encarnación del personaje, el
acento está puesto en su vida "cotidiana".
Hay una ecuación fundamental que define a
Spider-Man. No se trata de su génesis, conocida por cualquier entusiasta nacido
en los cuarenta años que van desde su aparición en 1962, en las páginas del
cómic creado por Stan Lee y Steve Ditko para Marvel Comics, hasta su
protagónico en El Hombre Araña (2002), de Sam Raimi. El héroe, sabemos, es un
alfeñique geek de buen corazón y familia postiza que es mordido por una araña
radiactiva (ahora ha pasado a ser genéticamente diseñada), que le otorga sus
habilidades sobrehumanas y que lo hace también indirectamente culpable de la
muerte de su tío.
Spider-Man tiene la misma edad que sus lectores.
Ése es un dato crucial en su personalidad y la razón de su éxito. Desde
aquellas primeras historias dibujadas del personaje hasta el Universo Marvel
que hoy domina la pantalla de cine, El Hombre Araña se ha definido por el
paradójico resultado de esa ecuación: el feliz pero siempre atribulado
superhéroe de la clase obrera que conjuga la fantasía adolescente de poder con
la faceta más humana y emotiva de lo que se siente ser un joven.
Mañana, con el estreno de Spider-Man: De regreso a
casa, llegará a la pantalla grande la tercera encarnación cinematográfica del
personaje en menos de quince años. Y esta nueva película deja en claro sus
distancias respecto de aquel comienzo, pos 11 de Septiembre, en el que el director
Sam Raimi decidió crear en El Hombre Araña el último gran film de superhéroes
con estilo, con claros nexos a su origen en el cómic, dejando una hoy imposible
marca de autor en todo su metraje. El éxito del film protagonizado por Tobey
Maguire en la taquilla global se convertiría en el Big Bang de una cadena de
producción masiva de superhéroes en Hollywood.
Un mundo nuevo
En los primeros minutos de la película se suceden
dos escenas que dejan en claro cómo esta nueva encarnación lidia con el legado
(y el peso) de sus encarnaciones previas. En la primera, el futuro villano
(interpretado con nervio y humanidad nada menos que por Michael "Batman"
Keaton) está recolectando los restos del 11 de Septiembre versión Marvel:
aquella invasión alienígena en el final de Los Vengadores que reducía Manhattan
a añicos (como el atentado terrorista, muy presente en las mentes de los
espectadores de 2002, tendía un cable al traumático pasado reciente en la
película de Raimi).
En la segunda escena se ve al nuevo Spider-Man
-interpretado por el británico Tom Holland- mostrar con su celular su
participación en la batalla decisiva de Capitán América: Civil War, el momento
en que los estudios Sony -dueños de los derechos del personaje arácnido- le
permitieron mudarse al Universo Cinematográfico de Marvel. Este es, claramente,
un Spider-Man millennial (el de Tobey Maguire todavía usaba teléfono de línea),
un Spider-Man con 4G. Y sobre todo es un Spider-Man que ya no está solo. En
este universo, el Peter Parker de 15 años que interpreta Holland es parte de un
mundo donde los personajes de Marvel se pasean a la vista de todos desde que
Peter tiene uso de razón, y la idea del superhéroe como celebridad está
integrada en la misma estructura del relato. No es por nada que una presencia
clave en la historia que cuenta esta película es la de Tony Stark/Iron Man,
aquí una especie de mentor para el estudiante "con inquietudes" que
reclutó en Civil War para que peleara contra el Capitán América.
Aunque aquí Peter Parker es parte de la "gran
familia de superhéroes", ve el mundo desde un lugar muy diferente a los
Vengadores (el barrio de Queens, para ser más precisos). Esto permite un
acercamiento nuevo a su historia, uno muy necesario tras el fracaso de las dos
entregas de El sorprendente Hombre Araña, donde Andrew Garfield se hizo cargo
del personaje.
En las palabras que le valieron el empleo a Jon
Watts, director de Spider-Man: De regreso a casa: "Siempre que veía estas
películas enormes de Marvel, o cualquier película gigante de acción, en lo
único que podía pensar es: ¿cómo es la vida de la gente común en ese mundo?
Siempre vemos el nivel penthouse, pero nunca el día a día de la persona de a
pie". Aquí se vuelve a las bases sentadas por los primeros cómics de
Spider-Man, y su refundación en el nuevo milenio en la colección Ultimate
Spider-Man.
Hay pocos superhéroes que han vivido tantas vidas
en la pantalla grande en menos de dos décadas. Batman es uno de ellos; Hulk, el
otro. Pero en el caso de Spider-Man es esa conexión con lo joven, con los
discursos -y las marcas distintivas que delimitan a
"microgeneraciones"-, lo que ha definido sus éxitos y sus errores
como franquicia. Hoy Spider-Man: De regreso a casa deja en claro que hasta esta
película ninguno de los films de superhéroes existentes le había hablado a su
público ideal de forma tan directa y efectiva.
Entre las decisiones que apuntalan esta observación
está la participación de celebridades como Zendaya (con 8 millones de
seguidores y amiga de Beyoncé) en un papel secundario, el rodaje de tráileres
que pueden verse en cualquier dispositivo de realidad virtual, la decisión de
elegir a un adolescente real para interpretar a Peter Parker, centrarse en las
historias de Brian Michael Bendis en Ultimate Spider-Man para la película (es
probablemente el mejor guionista del personaje) y, sobre todo, la decisión de
crear un relato que mezcla el relato de superhéroes con la rutina sentimental
de la vida en el secundario, entre lockers e inseguridades (el director le
pidió a Tom Holland que viera toda la obra de John Hughes y la serie Freaks and
Geeks para guiarse en lo que tenía que transmitir como personaje).
La película se estrena en los cines del país a partir de Mañana Martes 5 de Julio de 2017.-
La película se estrena en los cines del país a partir de Mañana Martes 5 de Julio de 2017.-
PUBLICADO EL
05-07-2017
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