La joven de 18 años alegó que no soportaba más la
presión de su marido y tomó una dosis letal de vinagre.
Desde 2015 en Tajikistan son obligatorios los
estudios médicos prenupciales. En el caso de las mujeres, además, se las somete
a un exámen de "pureza" para que sus maridos -a quienes generalmente
no conocen hasta el momento de dar el sí- tengan la certeza de que son
vírgenes.
Por esa instancia tuvo que pasar Rajabbi Khurshed,
de solo 18, antes de casarse con Zafar Pirov, de 24 años, en un matrimonio
arreglado por sus padres. Pero no alcanzó con que "superara" el
primer exámen porque su marido le exigió otros dos porque no le creía.
Acorralada, la joven terminó quitándose la vida con una dosis letal de vinagre,
cuarenta días después de la boda.
Pirov fue acusado de conducir a su mujer al
suicidio al presionarla a hacerse sucesivos test de virginidad y exigirle que
le permitera tener una segunda esposa.
Según la familia de Khurhed, la joven les dijo
durante su agonía en el hospital que no pudo lidiar con la presión de su
marido. "No soporto más", les repitió. Su madre, Fazila Mirzoeva,
describió a su hija como una víctima de "calumnias y violencia" e
hizo un pedido de justicia ante el presidente de ese país de Asia Central,
Emomali Rahmon.
Pirov podría enfrentar hasta ocho años de prisión.
"Mi esposa me dio un documento escrito en el cual me permitía tener una
segunda esposa, porque no era virgen cuando nos casamos", intentó
defenderse el acusado. "Tomó el vinagre cuando le dije que volviera a casa
de sus padres".
PUBLICADO EL
14-07-2017
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