Una beba de un mes pasó una hora debajo de una
ligustrina, frente al portón de una casa en la calle Uriarte al 100 del partido
de Pilar. La había abandonado en ese lugar su mamá, como una suerte de venganza
contra el supuesto padre de la menor, quien no quería reconocer su paternidad.
La encontró una vecina de 70 años cuando salió a
sacar la basura el domingo a la tarde. Lo primero que escuchó fue su llanto y a
los pocos minutos la vio. Era un bulto apenas envuelto en una frazada roja. La
abrigó, la llevó con ella y avisó a tiempo para que pudiera ser trasladada a un
hospital, donde sigue internada pero ya estabilizada.
La madre de la beba, de 22 años, pudo ser
identificada y, aunque no quedó detenida, la imputaron por abandono de persona.
Hasta el momento la principal hipótesis que manejan los investigadores es el
despecho. Creen que su hija era fruto de una relación extramatrimonial y que
por ese motivo el hombre se negaba a reconocerla.
En las próximas horas la Justicia de Menores deberá
definir a qué familiar se le otorga la custodia, mientras siguen de cerca su
evolución.
PUBLICADO EL
15-06-2017
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