La historia del joven argentino que se operó más de 30 veces para ser un elfo


Fanático de los cuentos de fantasía, se declaró como un obsesivo de los duendes y quiere asemejar su aspecto a uno.

Siempre le gustaron los personajes que aparecen en los cuentos de fantasía, pero decidió ir más allá y convertirse en uno de ellos. Luís Padrón es un joven de 25 años que vive en Formosa y decidió emprender el camino para luchar por un sueño: perseguir un controvertido "ideal de belleza". Así, comenzó a realizarse diferentes cirugías y tratamientos que le permitan ser un elfo, duende característico de sus relatos preferidos, por los que se reconoció obsesivo.

Luís siempre había había expresado su fascinación por este tipo de personajes. Surgió durante su infancia y la primera etapa de la adolescencia, cuando el permanente acoso de sus compañeros de clase por su color de pelo y manera de vestir hizo que se alejara de la compañía de otros y se centrara en la satisfacción que le brindaban los cuentos que solía leer.

A los 14 años ya había decidido que cambiaría su apariencia de manera permanente. Y si bien poco antes de que terminara el colegio secundario su fisonomía ya era completamente distinta, el trato que recibía por su aspecto raro y único terminó de impulsarlo a concretar su sueño. Empezó siendo cosplayer -personas que usan trajes o disfraces que representen a un personaje o una idea- pero no fue suficiente porque quería cambiar "para convertirme en mi propia percepción de la belleza”.

Por eso, al cumplir la mayoría de edad -aún ante el desconcierto y rechazo de sus padres- decidió iniciar su transformación, para la que hasta hoy lleva gastados más de 30 mil dólares. El joven ya pasó por diferentes cirugías y procedimientos para modificar su mandíbula, reducir el tamaño de su nuez de Adán, depilar su cuerpo completo y dejar su piel totalmente blanca. El próximo paso, indicó, es viajar a India para modificar el color de sus ojos, porque los procedimientos que eligió hasta el momento no lo dejaron conforme, ya que los tiene de un color "metal oscuro" y los quiere de un color azul o gris.

Sin embargo, esa no es la única intervención que busca. De cara al futuro, planea también cambiar la forma de sus orejas para que queden cortadas y en punta; una nueva cirugía de mandíbula para que quede "más afilada como un diamante", otra que levante sus ojos para que queden "como los de un gato" y la última para quitarse cuatro costillas con el objetivo de alargar sus huesos y ganar algunos metros de altura. También considera tener implantes musculares y capilares para lograr una línea del cabello al estilo duende.

Para lograr su meta, ante la firme resistencia de sus padres, trabajó vendiendo productos a otros cosplayers. Ese trabajo, que realizó al menos durante los últimos cinco años, ayudó a que los cambios que pretende, se concreten. En la actualidad, si bien piensa en terminar con este proceso, debe cuidar su imagen permanentemente: antes de salir a la calle, se protege con productos y cremas para aclarar la piel, se arregla su pelo y coloca sus dientes. También, se maquilla y usa protector solar para no quemarse y lograr "una piel extremadente blanca, libre de impurezas", según detalló.

Con los curiosos objetivos alcanzados hasta el momento, Padrón dijo que se siente una persona "trans-especie, de la misma manera que se sienten las personas trans". Pero aclaró que su proceso de transformación aún no termina y que hará "todo lo necesario" para convertirse en un ser "inhumano, etéreo, elegante y delicado", tal como los personajes a los que admira.

PUBLICADO EL 17-06-2017
POR INFOALLEN – Mail: noticias@infoallen.com.ar


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