Nunca antes se había hallado en Argentina una
selección de tantos objetos. Los tenía un vendedor de antigüedades en una
habitación secreta.
El hallazgo de una colección de 75 reliquias nazis
en Argentina abrió un debate acerca de cómo llegaron estos objetos hasta el Río
de la Plata y a quién pertenecían.
Las especulaciones comenzaron a rodar acerca de si
Adolf Eichmann o Josef Mengele podrían haber llevado a Buenos Aires un busto de
Adolf Hitler o la escultura de un Águila Imperial con la cruz esvástica. Nunca
antes se halló en Argentina una colección de tantos objetos de la Alemania
nazi.
El comisario inspector de Interpol Argentina,
Marcelo Daniel El Haibe, señaló que el comerciante de antigüedades que poseía
estas reliquias probablemente evite confesar de dónde obtuvo esta colección.
"Supongo que su estrategia será decir que se
lo compró a cualquiera, no a un general porque vamos a seguir la cadena a ver
de dónde provino, cómo ingresó a la Argentina. Porque esto no se lo compró a un
soldado, estos objetos no pudieron estar en manos de un soldado", declaró
El Haibe en Buenos Aires.
"¿Por qué lo tenía tan escondido? ¿Por qué lo
guardaba junto con las momias egipcias? No sabemos si hay conexión entre estas
cosas, porque en las guerra siempre se expolió el patrimonio de otros
países", cuestionó el comisario inspector de la Policía Federal Argentina.
Reliquias nazis y otros objetos
Junto a las reliquias nazis se encontraron 38
momias de animales egipcias y huesos de gliptodonte, entre otras piezas, en una
habitación secreta de la vivienda del vendedor de antigüedades en la localidad
de Beccar, en la zona norte de las afueras de Buenos Aires.
Una de las pistas guía hacia Alemania. Varios de
los objetos secuestrados están identificados con el sello de la empresa Carl
Eickhorn, fundada en 1865 y que se dedicaba a fabricar cuchillos militares. Uno
de ellos es una enorme águila imperial posada sobre una base de mármol, munida
de una gran esvástica. Eickhorn supo producir mucho para las SS hitlerianas.
El actual director de Eickhorn, Martin Bardelle, no
descarta que se haya tratado de un pedido especial para jerarcas nazis.
"Cuando llegaba un deseo de un cliente, se trataba de satisfacerlo",
declaró.
Se fabricaron modelos especiales para Hitler,
señaló. Pero también podrían ser falsificaciones, no existe un archivo completo
de la época.
El comerciante de 55 años que tenía los objetos
incautados deberá responder ante la Justicia argentina por la violación de la
ley de protección de objetos arqueológicos y paleontológicos y la ley contra
actos discriminatorios, que prohíbe la propaganda nazi, pero él se considera inocente
de todo cargo.
La Agencia Alemana de Prensa (DPA) pudo dialogar
con el vendedor de antigüedades. Vive en Beccar, un acomodado barrio de clase
media alta, pero prefiere mantener el anonimato.
Según su versión, fue comprando la colección en
distintas tandas a un argentino a lo largo de 25 años. En total posee 17
colecciones distintas, afirmó, incluida una muy importante sobre erotismo, con
piezas de la Rusia zarista.
Pero en todo el mundo se informa hoy sobre su
colección de objetos nazis: un busto del "Führer", el águila
imperial, reproducciones ornamentales de pistolas Luger, dagas, vidrios de
aumento de distintos tamaños, también aparatos para medir el tamaño de la
cabeza en sus cajas originales. Incluida una lupa especial, junto con el
negativo de una foto en el que se vería a Hitler utilizando una lupa muy
parecida, sino esa misma, confirmaron fuentes de Interpol Argentina.
No existió ningún accionar ilegal, sostuvo el
comerciante, quien afirmó que poseer estos objetos no es un delito, ya que él
los habría coleccionado de forma privada, pero nunca los comercializó.
La pregunta, el enigma detrás, es: ¿quién fue su
dueño original?
Una vez que concluyan las investigaciones, las
reliquias deberían sumarse a la colección del Museo del Holocausto de Buenos
Aires, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Pero la Justicia
tendría la última palabra en este tema.
¿Hitler se refugió en Argentina?
Hay versiones acerca de que Hitler huyó en 1945 en
un largo viaje en submarino a la Patagonia y muchos años después murió en
Argentina. El historiador Abel Basti escribió varios libros sobre el tema,
entre ellos "Hitler en Argentina", y sostiene que luego de la Segunda
Guerra Mundial miles de nazis se refugiaron en Argentina.
Es un hecho que la mayoría de los inmigrantes de
origen alemán que vivían en los años 30 en Argentina veneraba a Hitler y bien
podrían haber recibido estos objetos nazi en algunos de los barcos que llegaban
a las costas argentinas. Cerca de diez mil simpatizantes del Tercer Reich se
reunieron en abril de 1938 en el estadio Luna Park de Buenos Aires con enormes
banderas con esvásticas.
Para el presidente de la Delegación de Asociaciones
Israelitas Argentinas (DAIA), Ariel Cohen Sabban, el caso está aclarado.
"Las piezas son una prueba fehaciente e irrefutable de la presencia de
jerarcas nazis en Argentina que han venido de la Alemania nazi", precisó.
No sería casualidad que las reliquias hayan sido
halladas cerca de donde vivieron el médico nazi Josef Mengele y Adolf Eichmann
en Buenos Aires.
Mengele huyó en 1959 desde Argentina a Paraguay,
mientras que Eichmann fue secuestrado en 1960 por agentes del servicio secreto
israelí Mossad y condenado a muerte en Israel.
PUBLICADO EL
22-06-2017
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