En 1987, cuando fue electo intendente de Río
Gallegos, Néstor Kirchner estrenó el Frente para la Victoria como marca
electoral y la escaldada Santa Cruz que gobierna Alicia Kirchner será unos de
los pocos territorios donde la marca emblema K competirá este año.
La parábola del FpV, que reemplazó al PJ durante
una década, es gráfica: en octubre, solo estará en los cuartos oscuros de Santa
Cruz, Río Negro y Chubut.
Con una diferencia de origen y de gramática, en
Formosa se llamará Frente de la Victoria, nomenclatura que Gildo Insfrán usaba
antes de la ola kirchnerista.
En Catamarca estará el Frente Justicialista para la
Victoria pero, también, hay una expresión que levanta la bandera de Unión
Ciudadana.
Los kirchneristas de Corrientes, que viene de
presentar lista propia en la elección por el intendente de la capital provincial
donde ganó Cambiemos, recurrieron a un mix: Frente Ciudadano para la Victoria.
Esa mutación que validó Cristina de Kirchner no
logró, tampoco, una adhesión masiva. Se replica en Neuquén, donde sería
candidato Darío Martínez, y en Córdoba, por donde competirá Eduardo Accastello,
con una adaptación. En Misiones hay un frente con esa marca.
Ayer apareció un problema adicional: una agrupación
platense impugnó el nombre porque existen, desde hace varios meses, como
"Unidad Ciudadana". Será un asunto que deberán resolver en la
Justicia y que quizá obligue a Cristina a tener que cambiar la designación de
su espacio electoral.
El titular de la agrupación platense Alejandro
Santecchia, contó ayer que no estaba en los planes del espacio competir en las
elecciones de este año pero que igual impugnó.
Adicionalmente hay otro factor más político. Mauricio
Macri empujó y consiguió para que el frente Cambiemos se presente de manera
uniforme, salvo Capital paradójicamente, en todo el país.
Es el único caso porque el peronismo, disperso y
atomizado, recurrió a una multiplicidad de nombres y no consiguió tampoco una
lógica política uniforme en todo el país.
En Córdoba y Salta, por caso, los partidos
referencias en Cristina de Kirchner presentaron ofertas por fuera del PJ que en
esas provincias controlan los gobernadores Juan Schiaretti y Juan Manuel
Urtubey, ambos de relación más que amigable con la Casa Rosada.
En otras provincias el formato fue recurrir a las
PASO que resiste la ex presidente. En Santa Fe, Mendoza y Capital Federal se
gestaron procesos y frentes de unidad entre el peronismo, entre sectores K y
anti K, que resolverán las candidaturas mediante primarias.
En distritos como Jujuy, en cambio, no se logró la
síntesis y hay dos ofertas peronistas separadas, lo que a priori aparece como
un favor al oficialismo que comanda Gerardo Morales.
PUBLICADO EL
15-06-2017
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