El juez Lijo dispuso buscar todos los datos sobre
las alertas rojas que manejó el kirchnerismo; busca determinar si hubo
encubrimiento; es la medida judicial más importante hasta ahora.
El juez federal Ariel Lijo tomó ayer la medida más
importante desde que instruye la denuncia realizada por el fiscal Alberto
Nisman días antes de su muerte: ordenó la copia de todos los servidores
informáticos de la Casa Rosada, la Cancillería y la Procuración del Tesoro en
busca de información que pudiera vincular a Cristina Kirchner con un acuerdo
extraoficial en el marco del memorándum con Irán, informaron fuentes
judiciales.
La Justicia revisará los correos electrónicos y
chats internos de la ex presidenta, Carlos Zannini, Oscar Parrilli, Héctor
Timerman, Angelina Abbona y otros funcionarios en el período 2011-2015 para
conocer qué información manejaba la cúpula del kirchnerismo sobre el memorándum
con Irán.
Los investigadores harán especial hincapié en los
datos que manejaron estos funcionarios sobre las circulares rojas de Interpol
impuestas por el Gobierno sobre los iraníes sospechados de haber participado en
el atentado a la AMIA , informaron fuentes judiciales.
La hipótesis de Nisman era que la firma del pacto
con Irán implicaba, además, un encubrimiento por parte de la ex presidenta de
los iraníes investigados por el caso AMIA. El plan -sostenía el fiscal- era que
los acusados declararan ante la Justicia y, al mismo tiempo, dejar sin efecto
los pedidos de captura de Interpol contra los acusados.
Agentes de Gendarmería y técnicos informáticos de
la fiscalía de Gerardo Pollicita se presentaron ayer por la mañana con una
orden para copiar miles de terabytes de información que se desprende de las
casillas oficiales de correo electrónico de 15 funcionarios, así como chats
internos y otros documentos durante un período de dos años antes y posteriores
al acuerdo, firmado en enero de 2013. También buscaron documentación en los
servidores con una lista de palabras clave, informaron fuentes judiciales.
Una vez analizada y depurada, la información -en
poder del fiscal Pollicita- será cruzada con los registros de todas las
llamadas realizadas por los imputados en la causa, que fue ordenada en marzo
para determinar quiénes fueron los interlocutores más activos durante los días
clave por el memorándum. Estos nuevos datos permitirán conocer, por ejemplo, si
existen coincidencias en las comunicaciones de los funcionarios cuando
ingresaba información sobre el tema vía mail.
El juez Lijo y el fiscal Pollicita estarán
especialmente atentos a la información sobre las circulares rojas de Interpol
que la Argentina había impuesto sobre los iraníes. En primer lugar, los
investigadores rastrearán la información que manejó la Cancillería sobre el
tema. Después, la intención es conocer qué grado de seguimiento le daban Cristina
Kirchner y su primera línea de funcionarios al tema.
Nisman aseguró en su denuncia que la Argentina
levantó las circulares rojas de Interpol con la firma del memorándum. Esa
información, sin embargo, fue desmentida horas después por Timerman. Pero hace
dos meses nueva información de la oficina nacional de Interpol dejó expuesto
que Timerman permitió flexibilizar las alertas contra los iraníes mediante la
inclusión de una advertencia en el memorándum.
PUBLICADO EL
12-05-2017
POR
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