Pese a que había negado todo vínculo con la compra
de un edificio a los Bemberg, ahora se descubrió que le alquiló un departamento
al mismo grupo empresario.
La Procuradora General de la Nación, Alejandra
Magdalena Gils Carbó, benefició con dos contratos millonarios, y sospechados
por falta de transparencia, a empresas del Grupo Bemberg, cuyo fundador fue el
creador de las cervecerías Quilmes. El primero, que ya se conocía, es la compra
del edificio de la calle Perón 667 donde funciona la sede central del
ministerio público. La otra -la nueva, es un alquiler a la familia Bemberg de
una oficina ubicada en la calle Perú 143 de esta capital.
Por una de esas operaciones, Gils Carbó está
imputada en la Justicia por posible corrupción. La causa la instruye el fiscal
Eduardo Taiano por decisión del juez Julián Ercolini.
La segunda resolución de su organismo, que le hizo
ganar dinero público a otra sociedad comercial de los Bemberg, fue un proceso
administrativo señalado dentro de la propia Procuración por sus falencias y
omisiones en su tramitación.
Éste último expediente avanzó igual. Los jefes del
Procuración avalaron que se le pague a una compañía de los Bemberg llamada
Tainaul S.A un alquiler mensual de 75 mil pesos por un departamento en el piso
13 de un edificio ubicado en la calle Perú 143.
El contrato estipuló que esa operatoria duraría
tres años: la suma aprobada oficialmente para abonarle a esa firma privada fue
de $ 2.700.000 pesos.
La Procuración estableció que también se pagarían
con fondos públicos 135 mil pesos en concepto de “honorarios por intervención
inmobiliaria” a una empresa de reconocida en ese rubro. Se llama “Colliers
Badino S.A.”.
Los nexos de los negocios que concretó la
Procuración con las empresas de los Bemberg se vinculan entre sí por personajes
que participaron en ambas tramas. También por manejos poco claros en los modos
contractuales utilizados para cerrar esas operaciones.
Y porque en ambas transacciones se cobraron
comisiones inmobiliarias que ahora parecen unidas por elementos tal vez
producidos por el azar. O tal vez no.
Alejandro Badino, es socio de “Colliers Bandino
S.A”, la firma que cobró la comisión por el aquiler de las oficinas de Perú
143. Y también es residente de una importante empresa de “compra-venta” de
propiedades de nombre “Colliers International”.
Esta compañía fue la que salió segunda en la
licitación pública gracias a la cual los Bemberg lograron que la Procuración
les comprara su mansión de Perón 667. Esa inversión tuvo un costo total para el
Estado de 43.840.000. Se concretó en el 2013.
En julio del 2015, los Bemberg volvieron a ser
beneficiados por la Procuración General, de Gils Carbó.
Fue por el alquiler del piso 13 de Perú 143. La
firma que es dueña de esas oficinas, como ya se dijo, se llama Taniaul S.A. El
contrato fue firmado por el director de Administración de la Procuración, Jorge
Argüello, con el aval de Gils Carbó, según aclara el mismo.
Es propiedad de los Bemberg, e incluso su sede
social había sido registrada en el edificio de Perón 667, luego vendido a la
Procuración, su futura inquilina en otra propiedad.
Clarín pudo acceder a documentación que muestra
como la Procuración esquivó controles internos, que alertaron sobre posibles
irregularidades en el trámite administrativo que culminó con ese alquiler.
Ocurre que la renta de Perú 143 no se eligió
mediante una licitación pública, como hubiese correspondido en este tipo de
casos.
Se materializó mediante una “contratación directa”
argumentando -según pudo saber este diario en base a fuentes del caso- que
había una supuesta “escasez” de propiedades similares a la buscada por el
organismo de Gils Carbó.
Del propio expediente de esa “compra directa” se
desprende otra realidad.
La Procuración tenía chances de elegir entre otras
trece propiedades similares a la finalmente alquilada a los Bemberg. Esas
ofertas debieron evaluarse pero no pasó.
Incluso los trece inmueble deshechados tenían un
alquiler mensual menor al que finalmente se acordó con la firma Taniaul S.A, de
los Bemberg.
Hay más nexos entre una operación, la del alquiler
de Perú 143, la otra, la de la compra de Perón 667.
En un escrito presentado ante la Justicia y el
Congreso, la Procuradora desligó de responsabilidades y anunció que le inició
un sumario interno a Guillermo Bellingi, a quien había contratado con rango de
Subprocurador: es hermano -de parte madre- de Juan Carlos Thill, un corredor de
seguros que cobró 3 millones de pesos por haber sido “gestor” inmobiliario en
la operación de compra del edificio de los Bemberg en Perón 667. Este hombre no
tenía antecedentes en el negocio de los martilleros. Pero era hermano de
Bellingi.
Las operaciones inmobiliarias irregulares
realizadas por la Procuración de Gils Carbó forman parte de los items del
pedido de juicio político que le inició a esta funcionario judicial la diputada
Elisa Carrió y ahora impulsa todo el Gobierno.
La legisladora porteña que empuja esa parte de la investigación
de Carrió, es una legisladora de su mayor confianza, Paula Olivetto.
Según publicó Clarín, y luego ayer Infobae con
mayor detalle, la Justicia tiene en su poder mails que se intercambiaron
miembros del Grupo Bemberg, el “comisionista exitoso” Juan Carlos Thill, y
otros personajes claves de esta historia.
Para la Justicia, esos correos dejan en claro que
el Grupo Bemberg ya conocía de antemano el resultado de la licitación pública
que terminarían ganado, y por la que vendería al Estado el edificio de Perón
667.
Dos años después, otra firma de ese Holding,
Taniaul S.A, fue beneficiada con otro contrato millonario avalado por Gils
Carbó.
Las dos operaciones sospechadas tienen más vínculos
en común.
Uno es Ricardo Urbano Siri. Figura en los mails
investigados en la Justicia como una de las personas que participa activamente
del intercambio de información sobre la “licitación pública” aun nonata de
Perón 667. El mismo Urbajo Siri figura, también, como director suplemente de
Taniaul S.A. Es decir, en su momento fue ejecutivo de la empresa de los los
Bemberg que le alquiló a la Procuración el departamento del piso 13 de la calle
Perú 143.
El caso “Gils Carbó Propiedades” acumula nuevas
operaciones sospechosas. Se conocerán. Pronto.
PUBLICADO EL
02-05-2017
POR INFOALLEN
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