La aprobación de la gestión de Mauricio Macri
aumentó gradualmente en los últimos dos meses y hay más gente con expectativas
positivas sobre el futuro.
Los datos surgen de una encuesta realizada para
PERFIL por la consultora Quiddity –sobre más de 1.500 casos a nivel nacional–.
La empresa comparó los resultados con los indicadores de meses anteriores y
concluyó que por primera vez en lo que va del año la aceptación o el rechazo al
Gobierno no estuvo atado exclusivamente a los números, sino también a la
actividad política.
“La intensa actividad política de las últimas
semanas favoreció al gobierno nacional”, determinó el estudio.
En la semana del paro nacional de la CGT contra el
Gobierno, la mayoría de los entrevistados para este sondeo rechazó la huelga.
También se opuso a los sindicatos enfrentados a la gobernadora María Eugenia
Vidal por la paritaria docente.
Aunque es probable que el Presidente tenga a su
disposición números similares, ayer, durante una entrevista con una cadena de
televisión alemana, consideró que la mayoría de los argentinos lo respalda.
“Somos una mayoría que salió a la calle el sábado pasado (en referencia al 1º
de abril)”, explicó.
Sintetizó, así, la reacción de euforia del macrismo
tras la movilización “por la democracia” que se replicó en varios puntos del
país. Reacción que, incluso a criterio de varios funcionarios del Gobierno, fue
equivocada. El análisis que compartieron algunos oficialistas –sobre todo del
ala política del PRO– con los opositores es que si bien es cierto que un sector
no menor de esa marcha era claramente macrista, otro porcentaje relevante se
manifestó impulsado por el rechazo al kirchnerismo.
A seis meses de un test electoral clave para la
coalición de gobierno, dentro del equipo del Presidente hay quienes toman nota
del humor social y advierten que la performance electoral estará más vinculada
a la evolución de los números que de la situación política, como ocurre en la
mayor parte de las elecciones.
Dirigentes. En este escenario, una buena noticia
para Cambiemos es que los dirigentes del espacio que lidera Mauricio Macri
siguen siendo bien vistos por un porcentaje importante del electorado. Incluso,
los más conocidos incrementaron su imagen positiva en los últimos dos meses:
son los casos de Elisa Carrió y Gabriela Michetti.
Hay, según la consultora Quiddity, una muy leve
baja (un punto) de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, que de todos
modos conserva una aprobación elevada: es la dirigente con mejor imagen del
país, por encima de todo el arco político.
La oposición, en cambio, atraviesa un mal momento.
Con las excepciones del ex ministro del Interior Florencio Randazzo y de la
diputada nacional Margarita Stolbizer –los dos registraron aumentos en su
aprobación–, los demás vieron incrementada su imagen negativa en detrimento de
la positiva.
En el caso de Cristina Kirchner, en sólo dos meses
la percepción crítica hacia ella creció cinco puntos. La de Daniel Scioli
aumentó aún más.
Según Quiddity, los efectos negativos alcanzaron
también al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, que registró por primera
vez más rechazo que aceptación.
Contra el uso sistemático de las huelgas
El paro impulsado por la CGT y otras centrales
obreras esta semana enfrentó a los gremios con el Gobierno pero, sobre todo,
con la opinión pública. Según reveló la encuesta de Quiddity para PERFIL, más
de la mitad de los encuestados se manifestaron en contra de la huelga nacional,
mientras que una porción minoritaria la respaldó.
Pero además, el sondeo marcó que sólo un 26% de los
encuestados cree que la CGT representa bien los intereses de los trabajadores.
A criterio de la consultora, esto implica que “los sindicatos accionan sobre
una base poco legitimada por la sociedad”. De acuerdo con este análisis, el
accionar combativo de los sindicatos fortalece de manera indirecta a Cambiemos.
Asimismo, se deduce del relevamiento –realizado en
todo el país– que las medidas de fuerza no son bien vistas tampoco en la
provincia de Buenos Aires, donde los docentes tienen una disputa con la
gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal por el aumento que recibirán este
año en sus salarios. Pero lo que quedó bajo la lupa no fue tanto la discusión
salarial sino los métodos usados para el reclamo, según entendió la consultora
que hizo la encuesta. Los números dictaminaron que más de la mitad de los
consultados no aprueba que se paralicen las clases mientras se pide aumento.
PUBLICADO EL
09-04-2017
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POLÍTICA