Cada vez son más frecuentes las consultas de padres
a especialistas para saber cómo actuar ante los mensajes de contenido sexual
que reciben los niños.
Los niños actuales están expuestos a una avalancha de
mensajes de contenido sexual, por eso los especialistas hablan de la
hipersexualización en la infancia.
Los temas de los que hablan, los consumos que hacen
e incluso sus conductas muchas veces resultan inadecuadas para la edad que
transitan. Pese a esto, aclaran que hay que tener en cuenta que las personas
tienen sexualidad desde su nacimiento y durante toda su vida, el problema es
cuando las cosas suceden a destiempo.
La televisión ofrece escenas sexuales que colocan
el cuerpo como objeto de éxito o aceptación, los videos musicales están
plagados de imágenes y bailes sexys y eróticos. Ni hablar del inmenso mundo de
Internet que deja a un click de distancia la posibilidad de encontrarse con
algo cargado de erotismo, a veces incluso sin buscarlo ya que las publicidades
(en cualquier formato) también tienen estos contenidos y aparecen sin
invitación. Las letras musicales no escapan a esta tendencia, en particular las
de algunos géneros.
Por ejemplo, se sabe que los chicos plantean en la
escuela temáticas o hablan con sus pares asuntos totalmente distintos de lo que
planteaban otras generaciones, señaló el psicólogo y sexólogo Germán Gregorio.
Sobre el panorama actual manifestó su preocupación
Alejandrina Román, psicóloga, sexóloga y
docente universitaria quien trabaja en
educación sexual.
“En el último mes me sorprendió la consulta de
padres, colegas, docentes de varios casos de niños y niñas de 5 hasta 11 años
con conductas sexuales hipersexualizadas, que alarman y piden atención y solución a profesionales”.
Agregó que “es un hecho que nuestra sociedad hace
tiempo a través de los medios de comunicación escritos, TV, internet, redes
sociales, música, dan mensajes que ofrecen a niños y niñas desde ropa de
adultos en pequeño, con colores negros, modelos con brillos, fomentan bailes de
reggaeton o raperos con músicas y movimientos sensuales y regalos como spa para niñas. Esto es la
punta del iceberg de una forma más de
robar la infancia , de crear un ámbito propicio para que el pedófilo
pueda erotizar a las futuras víctimas
desde muy pequeñas”.
Detalló que una expresión de hipersexualidad es una
autoestimulación desmedida en lugares públicos,
la participación de juegos sexuales con otros niños de forma compulsiva
o buscar ver a los padres desnudos, por dar algunos ejemplos. En definitiva,
“tenemos que abrir el ojo ante conductas que no sean esperables,
comportamientos o lenguajes inadecuados o el no respeto por el otro”, alertó.
Naturalización
El principal problema es la naturalización de estos
contenidos por parte de los adultos que se transfiere a los pequeños, es como
si estos contenidos no llamasen demasiado la atención y permanecen sobrevolando
la cotidianidad.
Los pequeños, librados a su suerte frente a una
pantalla, no cuentan con las herramientas necesarias para afrontar lo que
perciben y es allí cuando quedan desprotegidos y vulnerables.
La naturalización de estas cuestiones los deja
expuestos a la posibilidad de un abuso, a acceder a propuestas de mayores o
pares de algo que han visto o al inicio
de relaciones sexuales de manera temprana e incluso desprotegidas por no contar
aún con los elementos para lidiar con esto.
La accesibilidad que tienen los chicos a este tipo
de contenidos es lo que queda en el ojo de la tormenta, en particular cuando la
situación no es mediada por adultos.
Lo que reconocen es que este tipo de mensajes están
por todas partes. Román señaló que exponer a los chicos a estos estímulos a
veces no puede mediarse, pero si se los deja consumirlos libremente parece que
están avalándose y se naturalizan.
“Estos factores colaboran para que las niñas -más
vulnerables -pierdan su infancia tan preciada jugando a ser Barbies sensuales y
seductoras, reafirmando nuevamente los estereotipos de género, manipulándola,
transformando en objeto de placer del otro. Es por ello que debemos aprender
sobre las conductas sexuales esperables a lo largo de la infancia, ya que ellas
serán las bases de la sexualidad adulta de ese nuevo ser”.
Explicó que estos consumos, así como ver a
familiares en ropa interior o desnudos genera en los pequeños una erotización
que no pueden manejar, ya que no cuentan con herramientas para canalizarla.
Incluso señaló que la violencia está muy asociada a
esto ya que es la forma que encuentran para canalizar lo que les pasa. Contó
que la prueba está en que en los colegios donde se ha dado buena educación
sexual ha disminuido la violencia.
¿Qué hacer?
“El niño es un portavoz de un acontecer grupal y el
grupo más cercano a ese niño es la familia; detrás de toda conducta
desviada siempre hay un emergente, el
niño es el portavoz de ese emergente”, resaltó la psicóloga y especialista en
Maternidad y Crianza, Gabriela Miranda.
Señaló que hay una exposición tan bizarra de
ciertas cosas, especialmente en la televisión que el chico las naturaliza pero
no sabe qué hacer con eso, por eso es importante la participación de los
adultos de la familia.
Gregorio subrayó que “hay cosas a las que los
padres tienen que empezar a prestar atención, colocar filtros en las
computadoras de la casa por ejemplo, que haya control sobre lo que el chico
está consumiendo, no en términos de castigo sino estar informado sobre lo que
ve”.
La comunicación es una pata fundamental destacada
por todos los consultados: que el niño se sienta cómodo para poder plantear
dudas que naturalmente se le presentan y no busque respuestas en las redes, que
perciba que puede charlar abiertamente y que será escuchado.
El psicólogo mencionó que no hay un momento justo
para hablar de relaciones sexuales, que esto no debe plantearse como una
cátedra sobre el tema sino que está bueno prepararlos para lo que les va a
suceder en cada etapa del desarrollo.
Respecto de las conductas señaladas anteriormente
Román consideró que "no es
conveniente estimularlas ni reprimirlas, pero sí cuidar el juego infantil como
parte del aprendizaje de ser persona sexuada y resguardarla de estímulos que
eroticen.
Miranda destacó que después, en la adolescencia
también es necesario el acompañamiento para que sepa que no está mal eso que le
pasa.
PUBLICADO EL
27-03-2017
POR
INFOALLEN – Mail: noticias@infoallen.com.ar
Tags
SOCIEDAD