El juez federal brasileño a cargo de la
investigación del Lava Jato, Sergio Moro, dictó la prisión preventiva de dos
operadores acusados de participar en el presunto pago de sobornos a
funcionarios brasileños y argentinos, como el ex ministro Julio De Vido , para
destrabar negocios.
Moro dictó la prisión preventiva de Jorge y Bruno
Luz sólo horas después de que llegaron a Brasilia desde Miami, donde residían
desde hacía meses. Fueron arrestados por Interpol y deportados por las
autoridades de Estados Unidos.
El magistrado acusó a ambos lobbistas de
intermediar en el pago de sobornos por US$ 40 millones a senadores oficialistas
brasileños, pero también de mediar a favor de Electroingeniería en la compra de
Transener entre 2006 y 2007, operación en la que Moro consignó la participación
de De Vido.
En una resolución difundida el jueves pasado, el
juez también identificó al ex ministro Roberto Dromi al detallar que los Luz
facilitaron el pago de "propinas" a Néstor Cerveró -un ex director de
Petrobras que debía destrabar esa compraventa- y en diversas "actividades
criminales de políticos argentinos".
Condenado por Moro a 12 años de prisión y ya
acogido al régimen de "delación premiada", Cerveró admitió que cobró
US$ 300.000 de coima por la venta de Transener a Electroingeniería, mientras
que declaró que "ciertamente el ministro Julio De Vido recibió más que eso
como propina".
Bautizada "Blackout", la nueva fase del
Lava Jato no se concentra, sin embargo, en esa operación, sino que investiga si
senadores del partido oficialista PMDB cobraron coimas por medio de los Luz,
que según Moro concentraban sus actividades "en el área internacional de
Petrobras".
A los 73 años, Jorge Luz es conocido desde hace
décadas en Brasil como un "operador de operadores" o el
"decano" de los lobbistas en su país. Pero Moro lo caracterizó de
otro modo. Sostuvo que Luz utilizó dinero negro para comprar "agentes
políticos, dinero de corrupción, sobornos, para el enriquecimiento personal de
políticos".
Moro también sostuvo que Luz no se acotó a los
negocios ilícitos dentro de Brasil, sino que se involucró en la venta de
Transener -entonces propiedad de Petrobras- a Electroingeniería, donde actuó
"como intermediario de una propina", lo que ocurrió "con la
intervención criminal de políticos argentinos". A partir de allí, y con
Jorge Luz y otro lobbista, Fernando Soares, como puentes, se sucedieron las
reuniones -en Buenos Aires y Brasil- entre Cerveró, De Vido, Dromi y los dueños
de Electroingeniería, Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta.
Sin embargo, y aun cuando Cerveró dijo que cobró
una coima por US$ 300.000 y que De Vido "recibió más que eso como
propina", el juez Moro fue más cauto. En su resolución sólo planteó que
corrió dinero negro para "el pago de propinas a diversos funcionarios
públicos como resultado de tal negocio".
Luz evalúa sus próximos pasos, que podrían incluir
una negociación para reducir su eventual condena a cambio de información. Según
trascendió, cuando su nombre comenzó a circular en el Lava Jato, el lobbista
sondeó a las autoridades por un acuerdo.
PUBLICADO
EL 02-03-2017
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