Es por la menor brecha entre el precio del metro
cúbico de gas y el del litro de nafta súper. El combustible fluido aumentará
alrededor de 9% desde el próximo mes.
Convertir el auto a GNC supo ser un buen negocio.
Sobre todo para aquellos automovilistas acostumbrados a manejar distancias
largas a diario. Un metro cúbico de gas, que rinde lo que 1,3 litros de nafta
súper, llegó a costar un 30 por ciento de lo que salía el combustible líquido.
Pero la suba de precios de los últimos años, sumado al elevado presupuesto
inicial para instalar el equipo, parecen ponerle fin a una era.
El 2016 fue el peor año para los instaladores de
equipos de GNC en mucho tiempo. Si en febrero de 2014 llegaron a convertirse
14.792 automóviles, en 2016 las instalaciones fueron apenas 6446. No se
registraba una cantidad de conversiones tan baja desde 2010.
En ese tiempo, el mercado cambió. El GNC costó, durante
buena parte de la década pasada, un 30 por ciento de lo que valía un litro de
nafta. Y rendía más. Eso permitía amortizar rápidamente la inversión inicial y
transportarse con un combustible limpio y barato. La contracara fue el
descalabro interno: Argentina usaba cada vez más gas con precios artificalmente
bajos que no incentivaron inversiones y se convirtió en importador.
En 2014, el gobierno de Cristina Kirchner
"ató" el precio del gas al de los combustibles líquidos. Así, el
valor del GNC empezó a subir paulatinamente. El golpe final llegó el año
pasado, cuando el precio del GNC casi se duplicó, al pasar de 5,8 pesos por
metro cúbico promedio a $ 10,60. Aunque en el interior puede llegar a los 13
pesos. La brecha de precios entre una estación de la Ciudad de Buenos Aires y
una del Conurbano puede ser de hasta 25 por ciento.
La suba del gas, así, es doble. Por un lado,
aumenta con cada incremento en las naftas para no ampliar la brecha entre un
combustible y otro. Por otro, se encarece con regulaciones puntuales. La semana
pasada, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, anunció los nuevos
precios. En el caso del GNC, supondrá un incremento del 8,8% promedio para las
estaciones, que deberán absorber o trasladar al consumidor final. Habrá otro
incremento en noviembre.
Un equipo de GNC de última generación permite
ahorrar alrededor de 40 pesos por cada 100 kilómetros recorridos. La
instalación puede costar entre 16.000 y 21.000 pesos. Para los autos de alto
consumo o que recorren distancias largas, como taxis o remises, sigue siendo
negocio. Motores nafteros chicos y más eficientes desalientan la inversión en
otros casos. La fiebre por el GNC parece haber quedado atrás.
PUBLICADO EL
16-03-2017
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SOCIEDAD