La décima edición del Rally Dakar en Sudamérica ya
se comenzó a palpitar en París, donde fue presentada la 40ª edición (la 39ª de
competición, ya que la de 2008 fue suspendida a última hora por las amenazas de
atentados en el norte de África). La prueba se disputará del 6 al 20 de enero
y, aunque el recorrido se conocerá recién en noviembre, los organizadores
informaron que la partida será en Lima, lo que marcará el regreso de Perú desde
2013, el día de descanso en La Paz (Bolivia) y la llegada en Córdoba
(Argentina).
"La décima edición del Dakar sudamericano
saldrá de Lima el 6 de enero y llegará a Córdoba el 20 de enero", indicó
Etienne Lavigne, director de la prueba. "Hace diez años que trabajamos en
el continente. El Dakar en Sudamérica es fantástico, es una experiencia única.
Hemos realizado recorridos de excepción, recorridos fantásticos y hemos estado
en países apasionantes como Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay",
agregó en una entrevista con la AFP.
La gran novedad para 2018 será el regreso cinco
años después de Perú, que reafirmó su intención de albergar el Dakar pese a las
fuertas lluvias y dramáticas inundaciones provocadas por el fenómeno del
"Niño". "No creo que haya riesgo sobre su presencia en el rally.
Estamos en contacto día a día con los responsables peruanos. Tenemos una buena
organización y ellos quieren mantener el evento. Hablamos además de un evento
que será en enero, hay mucho tiempo hasta entonces", explicó Lavigne.
Si las condiciones son las deseadas y no hay
contratiempos de última hora, los participantes del Dakar-2018 comenzarán su
aventura en Lima (6 de enero) y pondrán rumbo al sur, con dirección a Bolivia,
donde está prevista una jornada de descanso el 12 en La Paz. Después la
caravana afrontará la segunda parte de la prueba con destino a Córdoba, donde
está programada la meta final para el día 20. Los detalles de las diferentes
etapas y el nombre de los participantes se presentarán el próximo mes de
noviembre.
"Hace cinco años que no hemos ido a Perú, un
país que en su época dejó huella y que existía un verdadero deseo de los
participantes de regresar. También el Dakar puede contribuir a lanzar una
mirada positiva de un país que tiene una gran capacidad de levantarse",
resaltó Lavigne. El país tuvo que abandonar la idea de participar en la edición
2016 para concentrarse en la gestión de los riesgos relacionados con este
fenómeno climático devastador. Además, el último Dakar estuvo marcado por las
malas condiciones meteorológicas. Dos etapas, la 6ª y la 9ª, fueron anuladas y
otras tres recortadas. En total se anularon 1.495 kilómetros cronometrados de
los 4.093 previstos inicialmente, es decir, más del 30% del recorrido.
Pese a eso, la edición 2018 tendrá 14 etapas, dos
más que la pasada, y "un recorrido denso, con todos los ingredientes del
Dakar pero muy concentrados", aseguró el director del Dakar en una
entrevista con Efe. Lavigne trabaja en los últimos detalles del trazado junto a
su director deportivo, el español Marc Coma, y juntos decidieron darle un gran
preso a Perú en este Dakar, con seis etapas centradas en el desierto.
De ahí, la caravana dakariana atravesará la
frontera hacia el altiplano boliviano, donde la altura volverá a jugar un papel
importante. Será la cuarta incursión del rally en Bolivia, que se consolida
como uno de los escenarios de la carrera y que, como ya sucedió este año, no se
circunscribe al salar de Uyuni.
Tras una jornada de descanso en La Paz, el rally
bajará al noroeste argentino, rutas ya conocidas del único país que se ha
mantenido fiel durante las diez ediciones latinoamericanas. Allí, claro, el
calor será un factor determinante.
Por vez primera, el Dakar acabará en Córdoba,
calificada por Lavigne como "la capital del deporte mecánico en América
Latina", escenario de un multitudinario rally de carreras al que le
tomarán prestadas algunas de sus rutas.
De esta forma, y por tercer año consecutivo, Chile,
que estuvo en las siete primeras ediciones pero se retiró de la octava, no
figurará en el tránsito del rally. El director de la carrera reconoció que hubo
contactos, pero que el Gobierno chileno proponía pasar solo por la región de
Iquique y no quería asumir las condiciones financieras propias de la
organización, por lo que no se llegó a un acuerdo. Tampoco repite Paraguay, que
el año pasado se convirtió en el quinto país en inscribir su nombre en la
leyenda del Dakar.
Aunque ya se trata de la décima edición fuera de
Africa, el Dakar tiene pensado quedarse por estas latitudes. Lavigne confesó
este miércoles que tiene "un sueño" para una edición del futuro:
contar con Colombia y Ecuador, dos países que todavía no se estrenaron como
anfitriones del evento, para un rally que pasaría por seis países del continente
y que uniría Santiago de Chile con Cartagena de Indias. Pero eso es únicamente
un deseo que no tiene por ahora fecha.
PUBLICADO EL
22-03-2017
POR
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DEPORTES