El presidente estadounidense Donald Trump decidió
cambiar su actitud y aliviar la tensión que generó con el gobierno chino en los
primeros días de su gobierno. En un extenso diálogo que mantuvo ayer con el
mandatario del gigante asiático, Xi Jinping, le prometió que respetará la
“política de una sola China”, algo crucial para Beijing.
El magnate había provocado la indignación del
gobierno chino al mantener en diciembre una conversación telefónica con la
presidenta de Taiwan, Tsai Ing Wen, rompiendo así casi 40 años de tradición
diplomática. La política de “una sola China” insta a otros países a no tener
relaciones diplomáticas u oficiales con la isla, a la que Beijing considera una
provincia rebelde desde 1949.
Inclusive un par de días después Trump aseguró que
no permitiría que China le “dicte” lo que debe hacer. “No sé por qué tenemos
que estar ligados por una política de ‘una sola China’ a no ser que lleguemos a
un acuerdo que tenga que ver con otras cosas, incluido el comercio”, dijo en
una entrevista televisiva.
Esto generó una protesta formal del gobierno chino.
Es más, advirtió en ese momento que sin el principio de “una sola China” se
acabaría la estabilidad en las relaciones bilaterales. Algunos medios
estadounidenses revelaron que Xi se había negado a conversar con Trump hasta
que este adoptase el compromiso de respetar esa política, algo que finalmente
ocurrió esta semana.
La conversación de ayer fue en un tono sumamente
cordial. “Tuve una muy, muy buena conversación con el presidente de China. Fue
una conversación cálida, creo que estamos en el proceso de llevarnos muy bien”,
afirmó el presidente estadounidense. Y agregó: “Creo que esto funcionará muy
bien para todo el mundo, para China, Japón y todo el mundo en la región”.
Después de que la Casa Blanca se encargara de
aclarar que “a petición del presidente Xi, el presidente Trump estuvo de
acuerdo con respetar la ‘política de una sola China’”, el multimillonario
inmobiliario señaló que ahora comprende la importancia de que Estados Unidos
respete “la política de una sola China”.
Desde el lado chino, sólo habló el vocero del
Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang. Según dijo, el presidente Xi se
mostró convencido de que ambas naciones pueden convertirse “en buenos socios”,
y que deberían aumentar sus intercambios en varios ámbitos, como el comercio,
la inversión, la ciencia y la tecnología y los asuntos internacionales.
“Todos estamos de acuerdo en que no deberíamos
iniciar ningún conflicto ni enfrentarnos”, explicó Lu. Después de insistir en que
“fue una conversación muy buena”, aclaró:#“Deberíamos abordar con precaución
las cuestiones delicadas”.
No trascendió si durante la conversación los
presidentes hablaron sobre sus diferencias en cuestiones comerciales. Durante
su campaña electoral, Trump acusó a China de prácticas comerciales ilegales y
manipulación de divisas y amenazó con aplicar mayores aranceles a las
importaciones chinas.
Tampoco queda claro si Trump y Xi hablaron sobre
las controvertidas aspiraciones territoriales de Beijíng en el mar del Sur de
China, que había criticado el mandatario estadounidense. Un incidente mostró ayer
lo peligrosamente cerca que están las tropas de ambos países en la zona
disputada.
Según informó el Ejército norteamericano, un avión
chino se acercó hasta unos 305 metros a un avión de reconocimiento
estadounidense. Las autoridades militares estadounidenses se mostraron
preocupadas por esa aproximación “poco segura”, y aseguraron que hablarían con
la parte china a través de los “canales militares y diplomáticos apropiados”.
PUBLICADO EL
10-02-2017
POR INFOALLEN – Mail: noticias@infoallen.com.ar
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