Oscar Parrilli sería procesado hoy por encubrir a
Ibar Esteban Pérez Corradi. La Justicia tiene indicios de que el ex jefe de
inteligencia del kirchnerismo tenía datos precisos sobre el lugar en donde se
escondía el empresario señalado como autor intelectual del triple crimen de
General Rodríguez y no hizo nada para detenerlo pese a que era buscado por la
Justicia.
Pero no es su situación procesal lo que más le
preocupa al ex jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Lo que le
quita el sueño es la posibilidad de que se filtren más conversaciones con su
jefa.
Fuentes allegadas a la investigación confirmaron
que hay nuevas escuchas en donde se oye a Cristina Elisabet Kirchner impartir
instrucciones rayanas con la ilegalidad. En el expediente que instruye el juez
federal Ariel Lijo e interviene el fiscal Guillermo Marijuan, hay
transcripciones que le atribuyen a la ex Presidente algunas frases
inquietantes.
"Hay que terminar con este psicópata, llamalo
a Martín y que se mueva para apretar a jueces y fiscales para que citen a
(Antonio) Stiuso", es una de las directivas que la ex mandataria le bajó a
su hombre de confianza en una de las conversaciones.
Los 88 CDS con grabaciones -que aún están en poder
de la AFI- aportan otros datos que llamaron particularmente la atención de los
empleados del Juzgado Criminal y Correccional Federal 4. Por ejemplo, en una de
las llamadas se escucha a una CFK muy enojada hacer referencia a Miguel Ángel
Pichetto como "un traidor hijo de puta".
Pichetto fue líder del bloque del Frente para la
Victoria en el Senado durante la gestión de Cristina Kirchner. Aún hoy lidera
la bancada integrada en parte por legisladores que responden a la ex
Presidente. Sin embargo, cada vez que le preguntan por su ex jefa habla de un
"ciclo agotado".
Aparentemente Pichetto no es el único peronista con
el que la ex mandataria está enojada. De otra manera no podría entenderse otro
diálogo que está en la causa. "¿Vas a ir al Congreso del PJ? Lo eligieron
a Gioja Presidente", interpeló Parrilli. Y la ex jefa de Estado contestó:
"Ni en pedo, que se suturen el orto".
Las escuchas fueron autorizadas por Lijo el año
pasado en el marco de la causa que investiga la protección que habría recibido
Pérez Corradi desde el gobierno kirchnerista. La denuncia que impulsó la
pesquisa, realizada por Graciela Ocaña, indicaba que la AFI de Parrilli había
recibido información sobre el paradero del empresario que estaba prófugo en
Paraguay y no hizo nada para ir a buscarlo. Cuando Pérez Corradi fue detenido
-ya durante la gestión de Cambiemos-, se corroboró la veracidad de los datos
que la ex Side había desestimado.
Días atrás se divulgó uno de los audios en el que
CFK trata a su hombre de confianza de "pelotudo".
Tras la filtración, Parrilli y la ex Presidente
denunciaron que son víctimas de espionaje ilegal. Sin embargo, el ex jefe de la
AFI conocía la existencia de las grabaciones desde el 21 de octubre de 2016
cuando una de sus abogadas retiró del juzgado una copia de 50 compactos con las
escuchas. Una semana más tarde la misma abogada se llevó los otros 38 discos.
Desde ese día el otrora secretario general de la Presidencia sabía que habían
interceptado sus comunicaciones y no se pronunció al respecto.
Actualmente los letrados del ex funcionario
presionan para que las grabaciones sean destruidas. Dicen que pasaron más de 90
días desde que la línea telefónica del asistente de Cristina Kirchner dejó de
estar intervenida y alegan que la jurisprudencia avala la solicitud porque se
trata de una precausa. Fuentes judiciales rechazaron el argumento porque es
evidente que hay una investigación judicial en marcha y están convencidos que
de las grabaciones podrían surgir datos relevantes para otras investigaciones.
De hecho, el diálogo donde CFK pide
"apretar" jueces y fiscales podría ser interpretado como un elemento
de entorpecimiento del accionar de la Justicia por otros magistrados que ya
procesaron a la ex mandataria pero descartaron dictarle la prisión preventiva.
Tal es el grado de relevancia que Lijo le da a
estas grabaciones que en los próximos días tiene previsto entregarle una copia
a su colega Sebastián Casanello, que entiende en una denuncia realizada por
Marijuán para que se investigue si Cristina Kirchner incurrió en los delitos de
"abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público" en
virtud de la charla en la que pregunta por las causas que le
"armaron" a Stiuso.
En este expediente la ex jefa de Estado recibió un
guiño del destino: su ex colaborador Franco Picardi será el fiscal encargado de
determinar si la imputa o no. (Infobae)
PUBLICADO EL
06-02-2017
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