Es por el avance del terrorismo y el extremismo
religioso. En el Gobierno temen a posibles represalias.
La incertidumbre que impera en el ámbito de la
política multilateral con el nuevo escenario de creciente ultranacionalismo,
resurgimiento de la ultraderecha y focos de terrorismo llevó al Gobierno de
Mauricio Macri a tomar la decisión de no enviar más misiones de paz a zonas de
conflictos religiosos, guerras irresueltas y violencia como la que plantea el
grupo Estado Islámico.
Estas iniciativas habían sido inicialmente habladas
con las Naciones Unidas, con Estados Unidos y con la Unión Europea. En algunos
casos fueron expresos pedidos, pero nunca quedaron por escrito ni avanzaron.
Ahora, más de un año después de la llegada de Macri
al poder, el Gobierno ha dado marcha atrás con las simpatías que mostraba
inicialmente a la política multilateralista que se pensó para un mundo en el
que los demócratas siguieran gobernando de la mano de Hillary Clinton.
Macri y su canciller, Susana Malcorra, imaginaban
un escenario en el que Argentina desplegaría por todo el planeta sus cascos
azules. Incluso cuando vino al país en el invierno pasado el ex secretario
general de la ONU, el surcoreano Ban Ki Moon, pidió expresamente a una mayor
presencia de los cascos azules argentinos. Lo habló también Macri con el ex
presidente Barack Obama y con la Comisaria de Asuntos Exteriores y Política de
Seguridad, Federica Mogherini. Pero la llegada de Donald Trump al poder puso en
crisis por completo el esquema del multilateralismo político y económico. Y en
Francia, el eventual triunfo de la ultraderechista Marine Le Pen también
siembra otra amenaza de "huracán" en Europa.
Según coincidieron las fuentes diplomáticas y
militares consultadas al respecto, el Gobierno evitará por todas las vías
posibles repetir escenarios como el de los '90 cuando Carlos Menem en su
política de las relaciones carnales con los Estados Unidos, aceptó incluso
enviar naves a la Guerra del Golfo. “Sufrimos dos atentados terroristas
(Embajada de Israel, 1992 y Amia, 1994), aunque los causales directos nunca
fueron divulgados, ahora no estamos dispuestos a pagar el precio de guerras que
no son nuestras”, afirmó ahora un hombre de larga trayectoria en la cuestión de
tropas de paz.
Argentina, de ahora en más, solo planea misiones de
observadores de paz en algunos países africanos y de manera selectiva. De hecho
está a la firma un acuerdo entre los Casos Blancos -que depende de la
Cancillería -con el Ministerio de Defensa, que comanda Julio Martínez- para que
el Ejército pueda dar apoyo lógistico a los Cascos Blancos en algunas de sus
misiones. “Nos importa trabajar mucho con los desplazados de las guerras, los
que no pueden emigrar. A diferencia de lo que se ha dicho por ahí, Argentina
nunca pensó en ir a Mali -donde se vive un profundo conflicto en el que
intervienen los franceses- Evaluamos ir a la República Centroafricana, pero no
iremos. Y estamos ahora evaluando algunos proyectos humanitarios en
Mozambique”, dijo el Subsecretario de Asuntos Internacionales, de Defensa, José
Luis Vila.
Argentina tiene hoy 71 efectivos en Haití, una
tropa que se irá reduciendo junto a los otros países pero de manera gradual y
tras los inminentes comicios presidenciales. Argentina tiene allí una presencia
muy sensible, porque hay 65 efectivos que forman parte del Hospital Militar
Reubicable, de Gonaibe. En Chipre hay 290 efectivos, en el Sahara Occidental 3
observadores militares; en Oriente Medio 3 más. Pero la presencia militar
estrella ahora es en Colombia, tras el acuerdo de Paz.
PUBLICADO EL
06-02-2017
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