Cuatro diplomáticos de carrera encargados de la gestión del Departamento de Estado de EE. UU. renunciaron, días después de la llegada al poder de Donald Trump.
El cargo más importante entre los que renunciaron fue
el subsecretario de Estado de EE. UU. para gestión, Patrick Kennedy, quien
llevaba nueve años en el cargo y pretendía mantenerlo bajo la Administración de
Trump.
Además de Kennedy, dimitieron la secretaria adjunta
de Estado para asuntos consulares, Michele Bond; la secretaria adjunta de
Estado para administración, Joyce Anne Barr, y el director de la oficina de
misiones extranjeras, el embajador Gentry O. Smith, de acuerdo con el Washington
Post.
Todos ellos son diplomáticos de carrera que se
habían mantenido en el Departamento de Estado bajo Administraciones
republicanas y demócratas, y que serán difíciles de reemplazar, dada su extensa
experiencia y conocimiento sobre cómo funciona la maquinaria administrativa de
la agencia encargada de la diplomacia.
Kennedy había trabajado estrechamente con el equipo
encargado de la transición al poder de Trump, y hace apenas unos días estaba
asumiendo mayores responsabilidades, pero se desconoce si su abrupta dimisión
fue forzada por el entorno del nuevo presidente estadounidense.
Preguntado el jueves sobre la información publicada
por el Post, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que no la había
visto y no podía, por tanto, confirmarla ni desmentirla.
Se espera que el pleno del Senado confirme pronto
como secretario de Estado a Tillerson, un exjefe de la petrolera ExxonMobil que
ya ha recibido el visto bueno del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara
Alta.
Tillerson, que carece de experiencia previa en el
sector público, ha despertado preocupaciones entre algunos senadores dada su
larga relación personal con el presidente ruso, Vladimir Putin, y los posibles
conflictos de interés derivados de su cargo anterior al frente de una petrolera
con negocios en todo el mundo.
No obstante, se espera que sea confirmado sin
problemas, dado que solo necesitaría un mínimo de 50 votos para llegar al cargo
y los republicanos controlan ahora mismo 52 de los 100 asientos en el Senado
estadounidense.
Golpe a Trump
La situación se complica para Trump porque altos
diplomáticos estadounidenses están renunciando a sus puestos durante la primera
semana de su gobierno, lo que crea más vacantes de alto nivel que él debe
cubrir.
Hay una creciente lista de diplomáticos de carrera
que se niegan a mantenerse en el gobierno de Trump. La lista incluye a Victoria
Nuland, secretaria asistente de Asuntos Europeos y de Eurasia, así como a
Gregory Starr, secretario asistente de seguridad diplomática. Starr se retiró
el día de la toma de posesión.
Aunque ninguno de los funcionarios ha vinculado su
salida explícitamente a Trump, muchos de los diplomáticos han expresado en
privado sus preocupaciones de servir a su gobierno, dadas las posturas poco
ortodoxas que ha tomado en varios asuntos de política exterior.
Trump aún no ha cubierto muchas de las vacantes
diplomáticas de alto nivel, incluidas las subsecretarías. Se espera que el
Senado confirme a su nominado para encabezar el Departamento de Estado, Rex
Tillerson, la próxima semana.
Kennedy, quien contaba con la confianza tanto de
demócratas como de republicanos, fue designado a la subsecretaría en el 2007
por el presidente George W. Bush y se mantuvo en el cargo durante todo el
gobierno de Barack Obama. El que ocupe ese puesto tiene la responsabilidad de
supervisar el presupuesto, las finanzas, la seguridad, las instalaciones
globales y los servicios consulares del departamento.
Kennedy, diplomático desde 1973, fue criticado por
la insuficiente seguridad del departamento en el puesto diplomático de Bengasi,
Libia, en el que cuatro estadounidenses fueron asesinados en el 2012.
Durante tensas audiencias legislativas, Kennedy
defendió a la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, por su manejo de
la situación e insistió que no se dio una orden a las fuerzas armadas
estadounidenses de que se "retiraran" durante el atentado.
Los registros también muestran que Kennedy solicitó
la ayuda del FBI en el 2015 para modificar el nivel de confidencialidad de un
correo electrónico del servidor privado de Clinton. A la larga el FBI rechazó
la petición.
PUBLICADO EL
26-01-2017
POR INFOALLEN – Mail: noticias@infoallen.com.ar
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