El tradicional asado aumentó
1.894 % durante la era del kirchnerismo, según datos del Instituto de la
Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
El asado pasó de costar $ 5,62
en mayo de 2003 a valer $ 112,09 en diciembre de 2015.
En cambio, en casi un año de
gobierno macrista aumentó 0,75 %, al pasar de $ 112,09 a $ 112,94. Casi nada en
un período en el que la inflación fue de 43,9 %.
El exorbitante encarecimiento
del asado se produjo, en primer lugar, porque se dejó de exportar, según
analizó Ulises Forte, el presidente del Ipcva.
Al no vender al exterior por la
prohibición kirchnerista, se pasó a hacer un animal más liviano, por lo que con
la misma cantidad de faena se obtuvo menos carne.
"Prohibir la exportación
fue un enorme error, porque tenemos la tremenda ventaja de que no compartimos
los gustos con el resto del mundo, por lo que se podrían haber exportado los
cortes que nos reclamaba el mundo y abaratar el precio del asado a nivel
interno".
El desincentivo a la producción
fue otro motivo que encareció el asado. Según Forte, la ganadería en la segunda
etapa del kirchnerismo pasó a ser un bien escaso.
"En lugar de cuidar la mesa
de los argentinos, la destruyeron".
Uruguay es "un ejemplo de
lo que se logra con una exportación inteligente", según Forte, porque
"allá con un kilo de lomo se compran 3,700 de asado, mientras que acá con
un kilo de lomo se compra 1,700 de asado".
En ese sentido, un análisis del
Ipcva muestra que en 2011 con lo que se compraba un kilo de asado se podía
adquirir 3,15 de pollo, mientras que en la actualidad con el valor de un kilo
de asado se puede comprar 2,88 kilos de pollo.
El mismo informe da cuenta de
que desde 2011 hasta 2016 el precio de los distintos cortes cárnicos aumentó
215 %.
Cifras y estimaciones
Según la Cámara de la Industria
y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), el aumento interanual de la carne
vacuna en general fue de 41,9 % (la aviar, 45,6 y la porcina, 31 %).
Dado este aumento, el consumo
per cápita de este producto bajó en el último año: se mantuvo en 55 kilos en
los primeros 10 meses del año, lo que significó un retroceso de 8,3 % respecto
de igual período de 2015.
Según estimaciones del Ipcva, si
el precio de la carne aumenta 10 %, la demanda de ese producto cae 3,8 %.
PUBLICADO EL 06/12/2016
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