Silvana Mabel Corso dirige una
escuela inclusiva en el barrio de Villa Real,
a la que asisten unos 70 chicos con diferentes tipos de discapacidad
provenientes de sectores vulnerables. La gran mayoría del alumnado, vive en
“Fuerte Apache”.
Entre los 530 alumnos que asisten
a su escuela, la Media N°2 "Rumania”, hay adolescentes con parálisis
cerebral, síndrome de Down, trastornos del espectro autista, esquizofrenia y
espina bífida; pero también hay algunas personas sin discapacidad que necesitan
ir acompañadas, como las adolescentes madres que entran con sus bebés a las
aulas porque no tienen con quién dejarlos en sus casas o dinero para pagar una
guardería.
La gran mayoría del alumnado,
además, vive en el barrio Ejército de los Andes, más conocido como “Fuerte
Apache”, el populoso asentamiento que se encuentra del otro lado de la Avenida
General Paz, en el partido de Tres de Febrero.
Corso da clases en la escuela
desde hace 23 años, y hace 10 años que
asumió la dirección, momento en que la escuela
abrió sistemáticamente sus puertas a la discapacidad.
Su hija Cata y el nacimiento del
proyecto
“En el 2000 tuve a Cata, que
nació con parálisis cerebral severa, porque se asfixió con el cordón, y a partir
de mi experiencia con ella, que vivió hasta los 9 años, me interesé por el gran
misterio de cómo aprende una persona tan limitada y cómo lo comunica, porque
ella con su sordoceguera y cuadriplejía aprendía cosas como expresar su estado
de ánimo o con quién se sentía más cómoda”, contó Silvana.
“Yo pensé entonces: 'si hay
aprendizaje, puede estar un ámbito común, que es el mejor lugar', y la llevé al
jardín, lo que le devolvió su condición de persona y eso me demostró lo que
puede una escuela”, agregó.
'Hablan mal de La Rumania porque
estamos nosotros’
Por otro lado, señaló que para
los alumnos representa “la posibilidad de reivindicar y visibilizar la escuela a la que vienen”.
“Ellos siempre nos dicen 'hablan
mal de La Rumania porque estamos nosotros, pero nadie viene a conocerla', y
esta es la posibilidad de reivindicar su escuela, de agrandarse, y eso es
maravilloso”, dice Corso.
1.000.000 de dólares
El ganador del Global Teacher
Prize se conocerá en marzo próximo y el premio consiste en un millón de dólares
para el único ganador.
De ganar el premio mayor, Corso
asegura que lo invertirá en mejoras edilicias y mobiliario para la escuela, así
como también para crear una fundación “para chicos como Cata, que no tengan
obra social o recursos para pelear por sus derechos”.
PUBLICADO EL 15/12/2016
POR INFOALLEN –MAIL: noticias@infoallen.com.ar