Su voz, tan estridente como
inconfundible, se convirtió en marca registrada de los actos del gobierno
kirchnerista. Nunca, pero nunca, faltaba la resonante presentación de "la
presidenta de los cuarenta millones de argentinos", como preludio a la
fulgurante aparición de la ex presidenta Cristina Kirchner.
A casi un año del fin del
kirchnerismo, Natalia Inés Paratore no quiere vivir sólo de la nostalgia. La
llamada "locutora militante", que hoy sigue siendo empleada de la TV
Pública, inició una demanda administrativa contra el Estado nacional por más de
$ 7 millones en concepto de "locuciones para campañas audiovisuales
oficiales" que, según su presentación, "jamás fueron abonadas"
por el gobierno para el cual trabajó, entre 2011 y 2015, que coincide con el
segundo mandato de la ex presidenta.
La campaña "Cedo mi
subsidio", de diciembre de 2011; la publicidad "Alta en el
Cielo", con la que se identificó a Aerolíneas Argentinas luego de su
estatización; la campaña nacional contra el neumococo, o el lanzamiento del
satélite Arsat, en agosto de 2015, fueron sólo algunas de las 691 locuciones
que Paratore llevó a cabo durante esos años, por las que hoy pide cobrar la
millonaria suma de $ 7.048.200. En el escrito, presentado por el abogado Jorge
Martín Irigoyen, la locutora detalla que sus trabajos fueron solicitados por el
entonces secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro; su jefe de gabinete, Daniel
Rosso, y otros funcionarios de esa área a los que cita como testigos.
"Es un reclamo totalmente
justo y defendible. Hay una ley que la ampara y ella tiene derecho a cobrar por
lo que trabajó", afirmó Irigoyen. Para el abogado, deberían tomarse en
cuenta la cantidad de veces que las campañas en las que participó Paratore
fueron difundidas, y su identificación con el gobierno de Cristina Kirchner.
"Su voz quedó absolutamente
identificada con el gobierno anterior y la condicionó a futuro", agregó el
abogado, quien sin embargo aclaró: "Este es un reclamo contra el Estado,
no contra el Gobierno", afirmó, y recordó que reclamos anteriores de su
defendida no fueron escuchados. Su presentación recayó en la Secretaría de
Medios.
Desde el Gobierno evitaron
responder u opinar sobre el reclamo de Paratore, que según pudo conocerse cobra
alrededor de $ 60.000 de sueldo bruto en el canal estatal, su lugar de trabajo
hasta que se transformó en uno de los locutores oficiales de la ex presidenta.
Cuando asumió Mauricio Macri,
Paratore afirmó en declaraciones radiales que le habría gustado "seguir
trabajando" como locutora oficial, en este caso del líder de Pro. Su idea
no prosperó y en el canal oficial no cumple actualmente "funciones
visibles", afirmaron desde la emisora.
Su caso guarda alguna relación
con el de los panelistas del programa 6, 7, 8, que luego de defender de manera
ostensible y sin fisuras al gobierno durante varios años solicitaron
millonarias indemnizaciones. En aquel caso se trataba, en su gran mayoría, de
empleados de una productora y no del canal oficial, como es el caso de
Paratore.
"Ellos pueden pedir lo que
quieran, pero es dinero de todos nosotros", se quejaba por lo bajo un
funcionario al tanto del expediente, que tiene -por el momento- escasas chances
de prosperar.
"La falta de pago de mis
honorarios y los derechos de uso constituyen un claro incumplimiento de esta
dependencia", escribió la locutora cristinista en la presentación, en la
que reclama un resarcimiento por aquellas inflamadas arengas en favor del
proyecto nacional y popular.
PUBLICADO EL 14/11/2016
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