Jóvenes, mujeres,
afroestadounidenses, comunidad LGBT y discapacitados, en ellos está la
esperanza de la candidata demócrata que se expresa de forma clara en
Filadelfia.
Son jóvenes, mujeres,
afroestadounidenses, miembros de la comunidad LGBT y discapacitados. Sobre
ellos descansan las esperanzas de Hillary Clinton, así como de gran parte de un
mundo atemorizado por la inquietante posibilidad de que Donald Trump sea el
próximo presidente de Estados Unidos.
En pocos lugares se expresa
mejor esta "coalición Clinton" como en Filadelfia, cuna de la
independencia de Estados Unidos, una de las ciudades más demócratas y
progresistas del país y capital de Pensilvania, un estado considerado clave
para la definición de las elecciones del próximo martes 8 de noviembre.
Trump no ha parado de alardear
de que ganará gracias a una "mayoría silenciosa" de millones de
blancos de clase trabajadora. Sin embargo, aunque la caracterización
demográfica es innegable, lo cierto es que son de todo menos silenciosos.
Trump es el primero en destacar
lo masivo y estridente de sus actos. Él y sus seguidores han acaparado la
atención de una prensa que no ha cesado de hablar de cuánto sufren por todo lo
imaginable, desde la desindustrialización a la inmigración ilegal, pasando
incluso por la "epidemia" de la adicción a la droga. Y si son mayoría
o no, aún está por verse.
Las multitudes que reúne Clinton
no son tan numerosas, y sus partidarios tampoco tan ruidosos o interesantes
para la prensa.
Pero así como una mayoría
silenciosa reeligió hace cuatro años al primer mandatario negro de Estados
Unidos, otra podría estar a punto de elegir a la primera mujer presidente del
país.
"Los afroestadounidenses
estamos muy entusiasmados. No es cierto que no iremos a votar porque (Barack)
Obama no está en la boleta", dijo Kenneth Delbridge, un empleado
administrativo de 24 años, sentado en la plaza Dilworth, frente al imponente
edificio del Palacio Municipal, o City Hall, de Filadelfia.
"No crea todo lo que dicen
los diarios. Dicen que los negros no están votando por anticipado, pero no que
los lugares para hacerlo han sido trasladados a las afueras de la ciudad, para
evitar que lo hagan. Eso es supresión del voto, pero no nos van a
desalentar", agregó este votante de Clinton.
Tony Woodcrest, de 28 años, es
también afroestadounidense, empleado de la compañía de entretenimiento Riley
Brothers Entertainment and Lifestyle, y cree que "esta elección es
extraordinariamente importante porque definirá el futuro del país y la forma en
que será visto por el resto del mundo".
Como muchos otros votantes demócratas,
Tony hubiese preferido que el candidato hubiera sido Bernie Sanders, el senador
socialista y ex rival de interna de Clinton, pero también dice que Trump es
"un peligro" y un riesgo que Estados Unidos no puede correr.
PUBLICADO EL 05/11/2016
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