Se rompió el pacto de silencio
entre los ex funcionarios que manejaron los negocios de la obra pública K. Uno
de los ex subsecretarios de esa área, Hugo Rodríguez, declaró ayer ante la
Justicia.
Fue en el marco de la causa en
la que se investiga si los Kirchner usaron sus tres gestiones presidenciales
para conformar una asociación ilícita para generar dinero de la corrupción a
través de contratos millonarios de infraestructura financiada por el Estado.
Ésta declaración comprometió la situación
de la ex presidenta Cristina Fernández; también la del Secretario de Obras
Públicas, José López, su ex jefe; y la del ex Coordinador de la Obra Pública
Federal, Carlos Santiago Kirchner, primo del ex presidente, Néstor.
Rodríguez fue subsecretario de
Obras Públicas durante un lapso breve: entre el 2007 y el 2008. Pero eso le
permitió conocer la trastienda de la trama de los manejos de su jefe durante
dos gestiones presidenciales. tanto de Nestor como de Cristina Kirchner.
Rodríguez dependía, al menos en
los papeles oficiales, del secretario José López, quien a su vez debía
subordinarse, de acuerdo al organigrama gubernamental, al ministro de
Planificación Federal, Julio De Vido.
Quedó imputado en la causa en la
que ya fueron indagados la propia ex Presidenta; el empresario Lázaro Báez, el
ex ministro De Vido; y el ex secretario López, su ex jefe.
Ninguno de ellos aceptó
responder preguntas de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahíques y del
juez que delegó en ellos la investigación, Julián Ercolini.
Pero Rodríguez sí aceptó hablar
y dar su versión de los hechos.
Es la primera vez que un ex
funcionario de su relevancia, que trabajó mano a mano con López y De Vido,
contó ante la Justicia cómo funcionaba la dinámica gubernamental que enriqueció
a distintos empresarios “amigos” del poder K, como Lázaro Báez.
Rodríguez primero se declaró
inocente de cualquier delito que tenga que ver con perjuicios contra el Estado.
Y también negó haberse enriquecido de modo ilegal mientras fue funcionario.
Rodríguez fue brutal en cuanto a
su descripción de cómo se manejaron los fondos estatales de la Obra Pública
mientras él fue subsecretario del área, entre 2007 y 2008.
Afirmó ante la Justicia, por
ejemplo, que renunció al cargo cuando tuvo discrepancias con José López debido
a que, según su versión de los hechos, intentó alertar a ese ex funcionario,
hoy preso tras ser descubierto lanzando bolsos con millones de dólares en
efectivo en un convento de monjas en una madrugada del conurbano bonaerense.
Rodríguez hizo declaraciones
como ésta: “López era verticalista, y era él quien tenía toda la información
sobre las áreas que tenía a su cargo”. Y agregó que era por eso que López
“tomaba todas las decisiones”.
El ex funcionario afirmó
también, en línea a la tesis judicial, que la Dirección de Vialidad Nacional,
al mando en la era K de Nelson Periotti, no formaba parte de sus áreas de
“competencias” porque López le había explicado que quien manejaba ese organismo,
encargado de diagramar las obras públicas en las rutas y manejar presupuesto al
respecto, “dependían desde el 2005 de la subsecretaría de Coordinación
Federal”, al mando de Carlos Santiago Kirchner, el primo del entonces
presidente Nestor Kirchner. Dijo que ese organismo era una “súper”
subsecretaría “debido a que tenía competencia sobre todas las áreas de
intervención de la Obra Pública”.
Rodríguez remarcó varias veces
que López era quien “se encargaba de todo y que no aceptaba nunca una propuesta
que se llevara de ningún tipo, y menos si afectaba presupuesto”.
El ex subsecretario de Obras
Públicas admitió ante la Justicia que la estructura armada para generar los
contratos de obra pública vial, que terminaron en su mayoría beneficiando al
santacruceño Lázaro Báez, al que aseguró no conocer, continuó durante la
gestión de Cristina Fernández tal como funcionaba durante al gestión de su
marido.
Rodríguez incluso dio detalles
de cómo trabaja el Gobierno con un “doble comando”: López "tenía una
relación personal con Néstor Kirchner y Cristina Fernández”. Y agregó que -el
hoy preso- López “de hecho, con ésta última trabajaba en el escritorio contiguo
cuando era intendente Kirchner, según lo manifestado por el propio López”.
Rodríguez le contó a la
Justicia, siempre en calidad de imputado, por lo que tenía derecho a no decir
la verdad, que le “consta la relación directa que había entre López y
Kirchner”.
Y reafirmó su concepto: “López
recibía directamente las órdenes de Néstor Kirchner, a quien también le rendía
cuentas”. Según Rodríguez, esta dinámica continuó una vez que a Kirchner lo
sucedió su esposa en la Presidencia.
El ex funcionario declaró que el
santacruceño siguió “atendiendo” a López y “a Periotti”, de Vialidad Nacional,
desde “el hotel Faena”, ubicado en Puerto Madero. Eso era lo que le dijeron,
contó, las secretarias de su jefe cuando lo llamaba a su despacho. Varias veces
ellas le contaban dónde estaban su jefe y el ex mandatario.
Rodríguez aseguró que, en esos
encuentros, López, Periotti y Kirchner hablaban del “manejo de recursos,
asignación y definición” respecto a esa plata pública.
El imputado comprometió a su
jefe al decir que los pagos de “dinero” solo se libraban “con la firma de
López”. También describió al clima de trabajo en el área de Obras Públicas como
de “acoso permanente”.
Rodríguez contó dos anécdotas
para graficar ese escenario agobiante que dijo sentir como subsecretario de
Estado. Aseguró que López era capaz de llamarlo por teléfono a las once de la
noche para preguntarle dónde estaba. Rodríguez relató que cuando una vez le
contestó a su ex jefe que ya había vuelto a su casa, entonces recibió una
reprimenda: “Claro, yo soy el único boludo que labura”, se enojó el hoy preso
López, que después, siempre según la versión del imputado que declaró ayer, lo
castigó no atendiéndolo en su despacho durante una semana.
Rodríguez agregó que muchas de
las decisiones de José López eran “arbitrarias respecto al pago de obras”.
Puso como ejemplo un llamado que
su ex jefe le hizo a las nueve de la mañana del día en el que se votó en el
Senado el proyecto de ley de las retenciones móviles para la soja, una pelea
política crucial para la Casa Rosada K. A “las nueve de la mañana” del día
siguiente a esa votación fallida, reconstruyó Rodríguez, López lo llamó para
exigirle que pare “absolutamente” todos “los pagos” que tenían que ver con
“provincias que hayan votado en contra de esa resolución”.
El imputado Rodríguez también
habló ante la Justicia del ex ministro de De Vido como un protagonista clave de
la trama que investiga si los Kirchner beneficiaron a empresarios “amigos” para
hacer después negocios con ellos. En particular, el expediente se centra en la
sociedad comercial cruzada que el matrimonio ex presidencial tuvo con el
empresario Lázaro Báez.
El ex funcionario Rodríguez se
sinceró, además, y contó que terminó por renunciar al cargo de subsecretario de
Obras Públicas en junio del 2008.
Su salida del Gobierno se
desató, aseguró el ex funcionario, después de que le cuestionara a López y a De
Vido probables irregularidades que creía haber detectado en la construcción de
las viviendas sociales de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo. Y en la
construcción del Centro Cultural Néstor Kirchner. Sobre éste último proyecto,
agregó que había detectado construcciones que, según él, que iban a derivar en
“un presupuesto exagerado”.
PUBLICADO EL 09/11/2016
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