El fiscal a cargo de la causa
recibió un informe realizado donde se halló el cadáver, en el que se indicó que
la únicas huellas encontradas pertenecen al Cura y que en el lugar no se
advirtieron signos de pelea.
El fiscal que investiga la
muerte del cura Juan Viroche, quien el miércoles fue encontrado ahorcado en su
parroquia de la localidad tucumana de La Florida, sumó hoy nuevos elementos a
partir de una serie de peritajes policiales que refuerzan la hipótesis del
suicidio, informaron fuentes de la investigación.
No obstante, miembros de la
Iglesia Católica, fieles y vecinos insistieron en que el sacerdote fue
asesinado en venganza por haber denunciado la venta de drogas y se realizó una
masiva marcha en la capital tucumana en reclamo del real esclarecimiento del
caso.
De acuerdo a los voceros
consultados, el fiscal a cargo de la causa, Diego López Ávila, recibió un
informe realizado donde se halló el cadáver por los peritos de la División
Criminalística y efectivos de Homicidios de la Policía provincial.
En este peritaje se indicó que
la únicas huellas encontradas pertenecen a Viroche (47) y que en el lugar no se
advirtieron signos de pelea, precisaron los informantes.
Según las fuentes los peritos
determinaron que la puerta del cuarto donde estaba el cuerpo se encontraba
cerrada por dentro y obstaculizada por un mueble.
Además, los peritos están
abocados al análisis de la computadora y del celular del cura en busca de
pistas en las últimas comunicaciones de aquel.
En tanto, esta noche se volvió a
realizar una marcha, esta vez en San Miguel de Tucumán, reclamar justicia, ya
que gran parte de la comunidad no cree en la hipótesis del suicidio.
Por la tarde, una multitud
participó de la inhumación de los restos de Viroche en el cementerio Cevil
Pozo, en la zona este de Tucumán, donde hubo llantos, aplausos, pedidos de
justicia y también una suelta de globos color blanco y amarillo.
El cortejo fúnebre partió de la
iglesia Nuestra Señora del Carmen en la localidad de Posse, donde el féretro
fue envuelto en una bandera Papal y otra del club de fútbol San Martín, que
disputa el torneo de la Primera B Nacional y del que el cura era hincha.
Miles de personas, incluyendo
familias completas y niños, formaron parte de una larga caravana compuesta por
motos, autos y colectivos repletos, y que acompañó los restos de Viroche por el
frente de la Parroquia Nuestra Señora del Valle de La Florida, donde el cura se
desempeñaba y también fue hallado muerto.
La despedida del cura comenzó
por la mañana, cuando miles de fieles, vecinos y amigos asistieron al velatorio
que se llevó a cabo en la capilla ardiente instalada en la iglesia Nuestra
Señora del Carmen, en Posse.
"El padre fue asesinado y
están inventando que tenía mujeres para ensuciarlo", manifestó
apesadumbrada María Rosa, una de las fieles que se presentó en dicha capilla,
donde el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, oficio una misa en
memoria de Viroche.
Zecca llegó a esa iglesia
acompañado por el obispo de Concepción, José María Rossi, y por el cardenal
Luis Villalba para dar el oficio religioso antes de que los restos del
sacerdote fuesen inhumados en Cevil Pozo.
"El padre Juan me viene a
ver a mí el miércoles 28 a la mañana y me dice 'quiero irme de la parroquia
porque estoy amenazado'; mi respuesta fue: 'Juan, a mí nada me interesa más que
tu vida, andate inmediatamente, yo proveo a la parroquia, no te preocupes y
andate'", contó a la prensa el arzobispo y agregó que Viroche le dijo que
estaba "angustiado, deprimido y con miedo".
Según Zecca, "el viernes 30
estaba firmado el decreto, el padre Juan después se quedó y no se fue en ese
momento".
Sin embargo, un grupo de vecinos
que asistió al velatorio le recriminó al arzobispo no haberle brindado el apoyo
necesario después del pedido de traslado y lo responsabilizaron de
"haberlo dejado solo" en la pelea contra las bandas dedicadas a la
venta de drogas.
En ese marco, el abogado del
Arzobispado de Tucumán, Facundo Maggio, respaldó a Zecca y también la labor del
fiscal López Ávila.
"No somos parte (en la
causa) pero nos abocamos a estar al tanto de la situación por intermedio del
arzobispo y también a estar en contacto con el fiscal para estar al tanto de lo
que sucede en el expediente", indicó el letrado.
Por su parte, el obispo de
Merlo-Moreno, Fernando Maletti, comparó hoy la muerte deViroche con la del cura
Carlos Mugica, asesinado en 1974, mientras que el villero padre
"Pepe" aseguró que su par fue "víctima de la mafia" y el
activista solidario Juan Carr consideró que al párroco "lo mataron".
PUBLICADO EL 07/10/2016
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