El fenómeno meteorológico
permanecía hasta horas de la tarde en la categoría cuatro de “daño extremo”,
con vientos de entre 209 y 248 kilómetros por hora, pero se prevé que pueda
superar los 250 kilómetros y llegar al quinto grado.
El huracán Matthew permanecía
este jueves en horas de la tarde en categoría cuatro de "daño
extremo" con vientos de entre 209 y 248 kilómetros por hora y los
especialistas consideraban mínima la posibilidad de que pasara a categoría
cinco, la máxima de la escala que prevé "daños catastróficos" con
vientos que superaban las 250 kilómetros.
Matthew avanza golpeando las
Bahamas después de haber causado destrozos el martes y miércoles en Cuba y
Haití.
En este último país, la poderosa
tormenta dejó cerca de 300 muertos, según los últimos datos de la oficina de
Protección Civil de Haití.
En Florida, en torno a 2
millones de personas han recibido instrucciones de evacuar sus casas. El
gobernador de ese estado, Rick Scott, dijo que los daños pueden ser
catastróficos y recordó que quienes residen en las zonas de evacuación a lo
largo de la costa deben irse inmediatamente.
"Deben irse. Evacúen,
evacúen, evacúen", dijo.
"La tormenta ya ha matado a
muchas personas. Debemos esperar el mismo impacto", afirmó Scott ante el
escepticismo de muchos habitantes de Florida.
Y añadió: "Si dudan sobre
evacuar solo piensen en todas las personas a las que la tormenta ya ha matado.
Ustedes y su familia podrían ser parte de esas cifras si no se toman esto en
serio".
Las autoridades han advertido a
los habitantes de ese estado que se preparen para recibir un "impacto
directo" y han destacado que es posible que ocurran masivos cortes de luz
e inundaciones.
ESCALA SAFFIR SIMPSON
La escala, conocida como
H.Saffir y R. Simpson, establece de mayor a menor cinco categorías cuyos
nombres están ligados a los daños que ocasionan: catastróficos, extremos,
importantes, moderados y mínimos comparables según altura de las olas, vientos
y presión.
La categoría 5 registra vientos
de más de 248 kilómetros por hora, un oleaje de más de cinco metros bajo una
presión menor a 920 hectopasacales.
La categoría 4, de daños
"extremos", tiene vientos de entre 209 y 248 kilómetros por hora,
oleaje de entre 3,8 y 5,4 metros, y una presión entre 920 y 944 hectopascales.
En tanto, la categoría 3, que
refiere a daños "importantes", registra vientos de entre 177 y 208
kilómetros por hora, un oleaje de entre 2,6 y 3,7 metros, y una presión de
entre 945 y 964 hectopascales.
Para la categoría 2, de daños
"moderados", el rango de olas va de 1,7 metros a 2,5 metros, los
vientos de entre 153 y 176 kilómetros por hora y la presión entre 965 y 980
hectopascales.
La última categoría, la 1,
llamada de daños "mínimos", presenta olas de 1,2 a 1,6 metros de
altura, vientos de entre 118 y 156 kilómetros por hora y una presión de más de
980 hectopascales.
La temporada de huracanes en el
Atlántico comenzó el 1 de junio, y entre esa fecha y el 20 de septiembre se
registraron unas once tormentas tropicales, de las cuales cuatro se
convirtieron en huracanes (Alex, Earl, Gaston y Hermine), que causaron 66
muertos en México por el paso de Earl.
Los pronósticos de la
Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU (NOAA) de hace 15 días
ya anunciaban una temporada de huracanes en el Atlántico algo más activa de lo
normal, con la formación de entre 12 y 17 tormentas, de las cuales entre 5 y 8
llegarían a ciclones, y entre 2 y 4 de categoría mayor.
PUBLICADO EL 06/10/2016
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