“Los jueces están acostumbrados a soltar
delincuentes” fue una de las primeras expresiones de desencanto de Paola
Sánchez, quien ayer al mediodía escuchó la sentencia absolutoria de su hermano
por el crimen de su papá y no pudo evitar mostrar su total desconsuelo por la
decisión de los integrantes de la Cámara en lo Criminal Primera de Cipolletti.
El fallo, que fue elaborado por Alejandra Berenguer y que contó con los votos
afirmativos de Sonia Martín y Julio Sueldo, benefició con la absolución de
culpa y cargo a Héctor “Rulo” Sánchez.
Durante el transcurso del juicio oral, y
principalmente a la hora de los alegatos, se pudo anticipar el final de la
historia que se inició el 9 de julio de 2015 con la desaparición de Darío
“Chindo” Sánchez Vera.
Primero, la búsqueda del hombre se estiró más de lo
previsto y su cadáver fue encontrado recién el 17 de julio, a escasos metros de
un canal de riego de El 30. Las sospechas recayeron sobre el hijo que convivía
con él y se lo declaró prófugo hasta que fue capturado en Centenario.
Tanto el Ministerio Público Fiscal de Cipolletti
como el Juzgado de Instrucción 4, a cargo de Santiago Márquez Gauna, se
pusieron al frente de la investigación y en apariencia, si se tiene presente el
veredicto absolutorio dictado ayer por la Cámara Primera, estuvieron muy lejos
de reunir los elementos incriminantes necesarios para llegar a una condena. El
resultado: otro crimen que queda impune en la ciudad. De manera entendible,
Paola, quien desde un primer momento motorizó el reclamo de justicia, abandonó
ayer pasadas las 13 el edificio de España y Urquiza, y en diálogo con la prensa
lamentó que “los delincuentes tienen más derechos que las víctimas”. En
referencia al tribunal, y también al resto de los fiscales y jueces, apuntó que
“son culpables los que están ahí, esto es culpa de ellos”, y reiteró que “los
chorros, los violadores, salen como si nada”.
Críticas: “La investigación ha sido deficiente”
La camarista Alejandra Berenguer hizo hincapié en
el deficiente trabajo desarrollado durante la etapa instructoria y cargó las
tintas contra la fiscalía y la querella. “La investigación ha sido deficiente y
desordenada, porque no se ahondó debidamente en las pericias científicas que
estaban a la mano realizar durante la instrucción, y los hallazgos del lugar
del hecho (tierra, fibras, elementos pilosos, restos de tela, etc) no fueron
peritados a pesar de que la Policía Científica efectuó un minucioso análisis de
los mismos”, recalcó la jueza.
Paola Sánchez: “¿De qué duda hablan?”
Con la absolución de Héctor “Rulo” Sánchez, la
Justicia cipoleña suma un nuevo fracaso en su búsqueda del esclarecimiento de
hechos graves que conmovieron al conjunto de la comunidad. El asesinato de
Darío “Chindo” Sánchez Vera generó una gran consternación en el barrio Anai
Mapu, y tanto familiares como vecinos esperaban ayer una condena. Sin embargo,
el fallo es muy claro en cuanto a la orfandad de prueba física que incrimine al
único detenido.
Evidentemente, en la instrucción se trabajó muy mal
y quedan bajo la lupa los fiscales y jueces que intervinieron en esa primera
etapa. “¿De qué duda me hablan a mí?”, se preguntó la hija de la víctima, Paola
Sánchez. La mujer cuestionó con dureza a los funcionarios judiciales y resaltó:
“Estoy muy indignada, hay pruebas suficientes para decir que fue él. ¿Por qué
se fugó si él no tenía nada que ver?”.
Desahuciada por la ausencia de respuestas valederas
del Poder Judicial local, Sánchez razonó como muchos argentinos lo hacen en la
actualidad y que pone a la sociedad en un lugar muy peligroso: “Ahora entiendo
por qué la gente hace justicia por mano propia: la justicia no existe en este
país”.
Tanto la querella como la fiscalía avanzarían en
las próximas semanas con una presentación ante el Superior Tribunal de
Justicia. (LMCIPOLLETTI)
PUBLICADO EL 01/10/2016
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