Tan sólo cinco victorias acumula Stan Wawrinka
sobre Novak Djokovic pero tres de ellas han sido de las más dolorosas de la
carrera del serbio. Para encontrar la primera hay que remontarse a los cuartos
del Open de Australia de 2014. La segunda fue en la final de Roland Garros 2015
y la tercera este domingo en la majestuosa Arthur Ashe, y después de que el
suizo remontara un set adverso.
Stan, esta vez en el Abierto de Estados Unidos,
cerró un marcador favorable de 6-7(1), 6-4, 7-5 y 6-3, en 3 horas y 54
minutos.El denominador común de las tres derrotas de Djokovic y de las tres
victorias de Wawrinka es que significaron un 'Grand Slam' para el ganador y un
'Grand Slam' menos para el derrotado.
Le costará al número 1 mundial salir de la
decepción que supone perder cuando luchas por tu decimotercer entorchado contra
un rival que acumulaba nueve horas más en pista y que había levantado pelota de
eliminación en la tercera ronda del US Open con Daniel Evans. Nole, finalista
después de que tres de sus rivales no terminaran sus partidos, de hecho Jiri
Vesely ni tan siquiera entró a jugar, parece un ser enfrentado al mundo.
A pesar de anotarse el parcial inicial, no paró de
discutir con su banquillo, en concreto con sus dos entrenadores Marian Vajda y
Boris Becker.Wawrinka aprovechó todas las señales negativas que lanzaba su
rival para firmar las tablas, a pesar de desperdiciar antes un 4-1. Encadenaría
cinco juegos consecutivos. Pero si algo caracteriza a Djokovic es su carácter
ganador y le dio la vuelta a esa situación.La sensación era que el que
decantara a su favor la tercera manga se llevaría la final.
El número 3 mundial, tutelado por Magnus Norman,
quería evitar a toda costa la muerte súbita. De las 10 disputadas con el serbio
sólo había ganado una. Por eso, aceleró en el undécimo juego para sumar el
quinto 'break' del partido.El finalista de siete de los últimos ocho 'majors'
cedía estrepitosamente también en el quinto set, quejándose de su movilidad.
Con 3-1 para el suizo, y a pesar de que no había
descanso, el número 1 paró la final para ser atendido de un pie ante las quejas
de su adversario. Djokovic se quejaba de un fuerte dolor en uno de sus dedos
del pie derecho.Stan se quejaba al supervisor, sobre todo porque el parón
coincidía con él al saque. Nole se disculpaba: "Lo siento es que no podía
aguantar el dolor", le advertía.
En el juego inmediatamente después, el del 4-2, el
defensor de la corona dispuso de dos opciones de rotura que desperdició. Con
5-2 hubo otra atención médica para Djokovic. No paró a Wawrinka, el nuevo
campeón del Abierto que aprovechó un revés fuera para cantar victoria.
PUBLICADO EL 11/09/16
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