El consumo excesivo de azúcar agregado incrementa
el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las enfermedades
cardiovasculares. La recomendación actual de la OMS es consumir unos 50 gramos
de azúcar, lo que equivaldría a 10 cucharaditas, aproximadamente.
Una botella de gaseosa de 600 mililitros contiene
el equivalente a unas 12 a 13 cucharaditas de azúcar. Esta cantidad, por caso, actúa como un factor de riesgo para la salud
si se tiene en cuenta que excede largamente los 50 gramos diarios recomendados
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), indicó una investigación
difundida hoy por la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC) en el
marco del Día Mundial de la Alimentación que se conmemora el 16 de octubre.
El consumo excesivo de azúcar agregado incrementa
el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles, como la diabetes y las
enfermedades cardiovasculares, por lo que la FIC realizó un estudio donde
analizó 184 bebidas azucaradas que se comercializan en el país, entre ellas
gaseosas, aguas saborizadas y bebidas para deportistas.
La recomendación actual de la OMS indica que el
consumo de azúcar agregada debe representar menos del 10 por ciento del total
de energía consumida en un día por una persona, lo que equivale a 50 gramos de
azúcar por día (10 cucharaditas) para una dieta promedio de 2.000 calorías.
La indicación abarca solamente el azúcar agregado o
libre, es decir, el azúcar añadido a los alimentos y bebidas durante su
preparación, tanto en la fabricación como en el hogar y excluye a los azúcares
presentes naturalmente en los alimentos, como es el caso de las frutas.
Cifras
El relevamiento realizado por la FIC Argentina
demostró que las gaseosas lideran la lista con 21,9 gramos de azúcar en
promedio cada 200 ml (equivalente a un vaso).
Otras categorías relevantes son las bebidas
deportivas que contienen 12 gramos en promedio y las aguas saborizadas que, a
pesar de estar ubicadas en el último escalón, presentan un elevado nivel de
azúcar agregado (9,6 gramos).
"El consumo excesivo y reiterado de bebidas
azucaradas tiene un impacto negativo sobre la salud, porque se trata de
productos que aportan calorías vacías al organismo, es decir, brindan sensación
de saciedad sin aportar nutrientes, lo cual provoca una reducción en la ingesta
de otros alimentos y bebidas con mayor contenido de nutrientes, como jugos
naturales y verduras, que deberían estar presentes en la dieta regular",
afirmó Lorena Allemandi, directora del área de políticas de la alimentación
saludable de FIC Argentina.
"Las gaseosas -agregó- son alimentos de bajo
valor nutricional, que aportan enormes e innecesarias cantidades de azúcar a la
dieta".
"Argentina está entre los primeros puestos de
consumo de gaseosas en el mundo, situación que contribuye a empeorar la
epidemia de obesidad en niños y adultos que se observa en nuestro país",
advirtió Allemandi, quien se mostró partidaria de "limitar la publicidad
de alimentos no saludables".
Cambio de
hábitos
"Es necesario promover a través de campañas
públicas el consumo de agua y alimentos naturales como frutas y verduras",
dijo la especialista, que además reseñó la conveniencia de "desalentar a
través de una política impositiva el consumo de alimentos y bebidas no
saludables".
Allemandi propuso la instalación de bebederos en
las escuelas, como forma de promover el consumo de agua potable de red en lugar
de la venta de bebidas gaseosas y aguas saborizadas.
PUBLICADO EL 28/09/2016
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