Ante las últimas heladas que profundizaron pérdidas
en los volúmenes para las próximas cosechas de peras y manzanas, se elevó un
proyecto de ley a través del cual se propone que se declare el “Estado de
Desastre y Emergencia Agropecuaria por Catástrofe Climática en los valles de
Río Negro que fueron afectados”.
La medida fue presentada por la Senadora Magdalena
Odarda. La parlamentaria estatuyó que “se realice un relevamiento de todos los
productores frutícolas y horticultores afectados en los departamentos en
cuestión con la coordinación conjunta de las autoridades provinciales y
nacionales en la materia”, como así también que “se autorice al Poder Ejecutivo
a asistir económicamente a la provincia para la ejecución de acciones y obras
tendientes a paliar los efectos del fenómeno natural acontecido”.
“La emergencia requerida tendrá una duración de un
(1) año, pudiéndose renovar por igual período dependiendo de los informes
técnicos que ameriten la prórroga de dicha medida”, consignó la Legisladora
Nacional.
En función de ello explicó que “Hoy no es materia
de discusión, que quienes más sienten la fuerte embestida de la crisis en
nuestro país son las economías regionales, que prácticamente han quedado en
ruinas en el interior, y con las provincias sufriendo las consecuencias de
esto”.
“El sector productivo, y dentro de él quienes
confiaron en el sistema y emprendieron un desarrollo real a través de las
líneas de crédito, hipotecando todos sus bienes en pos de un futuro productivo
y de mejor calidad de vida; hoy se encuentran frente a un sistema financiero
con una voracidad lucrativa que no tiene límites y aplica métodos
fagocitantes”, aseveró.
“Esta es la situación de muchos pequeños y medianos
productores de nuestro país, especialmente en el sector frutihortícola, cuyas
deudas son actualizadas por medio de coeficientes elaborados con un criterio
economicista, alejado del espíritu que impulsa una pequeña unidad productiva”,
señaló Odarda agregando que “es el Estado quien debe comprometerse a atenuar
las graves consecuencias políticas y sociales que traería aparejada la pérdida
de una enorme cantidad de propiedades en las pequeñas y medianas unidades
productivas, en definitiva, restablecer la igualdad de oportunidades”.
Respecto al escenario actual, ejemplificó que “Es
el caso de muchos emprendimientos productivos de sustento familiar, en el que
el círculo financiero asfixiante, los llevó a un callejón sin salida como por
ejemplo unidades productivas hipotecadas por entidades financieras, cláusulas
de ajuste de deudas usurarias, generación de nuevas deudas en otros sectores no
financieros, imposibilidad de reconvertir la unidad productiva”.
La senadora del Frente Progresista CC-ARI lamentó
que “este año las heladas no sólo afectaron a la fruta de carozo sino que,
además, produjeron daños en la fruta de pepita (manzanas y peras), ocasionando
pérdidas importantísimas en la gran mayoría de los productores ya que estamos
hablando de 7 noches consecutivas entre fines de agosto y principios de
septiembre, con temperaturas por debajo de 0º”.
“Esta situación fue aún peor en las chacras de Río
Colorado y Valle Medio en las cuales tuvieron 3 noches que llegaron a -8º. Las
defensas que los productores organizaron (riego por aspersión, riego por manto,
fuego) resultaron en muchos casos en vano dada la duración de las heladas.
Posteriormente, a mediados de septiembre, se dieron fuertes heladas que
afectaron las plantaciones de manzanas y peras por su estado fenológico
avanzado y los daños fueros similares en todos los Valles de Río Negro”,
comparó la parlamentaria.
“Las distintas Cámaras frutícolas coinciden en el
diagnóstico lamentable y me hacen llegar su preocupación dada su actual
situación de desfinanciamiento y las pocas perspectivas favorables al ver
diezmados sus establecimientos luego de sufrir estas heladas inusuales”,
sostuvo la autora de la norma presentada en el Senado de la Nación.
PUBLICADO EL 27/09/2016
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