El magistrado informó la decisión a través de un
escrito, en el que respondió las distintas presentaciones que habían llegado a
su juzgado cuando se dio a conocer la noticia de que había ordenado destruir
parte de los kits e incluso que había dispuesto su quema.
El juez federal Claudio Bonadio aseguró que la
decisión de reutilizar o no los materiales del Plan Qunita es una competencia
exclusiva del Ministerio de Salud, hecho que va en dirección contraria con la
decisión que tomó el mes pasado cuando dispuso la destrucción de las cunas y
los sacos de dormir por considerarlos elementos "de riesgo".
El magistrado informó la decisión a través de un
escrito que publicó el Centro de Información Judicial (CIJ), en el que
respondió las distintas presentaciones que habían llegado a su juzgado cuando
se dio a conocer la noticia de que había ordenado destruir parte de los kits e
incluso que había dispuesto su quema.
Con críticas hacia los que lo cuestionaron, y en el
marco de la causa por presuntas irregularidades en la ejecución del plan en la
que está procesado el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el magistrado
aseguró que nunca ordenó "quemar" las cunas y que ese dato fue parte
de una construcción mediática".
El juez Bonadio sostuvo, en un fallo emitido el 26
de agosto, "la reutilización con fines sociales de la totalidad de los
elementos que integraban el kit -recordemos, más de cuarenta-, con la excepción
de los dos que motivan" la mayoría de las presentaciones que cayeron en su
despacho: las cunas y los sacos de dormir.
"¿Porqué se dispuso la destrucción de las
cunas y los sacos de dormir? Obviamente que ello no fue caprichoso ni
antojadizo, sino que se basó en elementos concretos y precisos glosados al
expediente, que determinan su peligrosidad, y del que da cuenta el presente
auto", sostuvo el magistrado y citó luego tres informes del Instituto Nacional
de Tecnología Industrial (INTI) y un informe de la SociedadArgentina de
Pediatría.
"No es necesario ser ingeniero para advertir
los riesgos que conllevan para un bebé recién nacido los bordes filosos, las
aristas vivas, o entre otras cosas, un componente de la cinta que puede ser
desmontado, cuyo tamaño es peligroso al alcance del bebé", remarcó
Bonadio.
En otro pasaje del escrito de hoy, el juez sostuvo
que el tribunal que encabeza "comparte sus preocupaciones respecto a la
protección del medio ambiente y que es consciente que el método de la
incineración es contaminante y anti-económico, razón por la cual nunca en el
presente expediente se resolvió con que metodología se deberían destruir los
elementos peligrosos identificados por los informes del Instituto Nacional de
Tecnología Industrial (INTI) y la Sociedad Argentina de Pediatría".
La semana pasada, el fiscal Eduardo Taianio había
sugerido por escrito la posibilidad de “acondicionar” las cunas y los sacos de
dormir que estaban incluidos en el Plan Qunita para evitar su destrucción y ,en
cambio, ser entregados en el marco de la Asignación por Embarazo.
El plan Qunita, presentado en julio de 2015 por la
entonces presidente Cristina Kirchner, al reinaugurar Tecnópolis, consistió en
la entrega, a 140.000 mujeres embarazadas y sin otra cobertura social, un kit
de elementos para los primeros tiempos del bebé, objetivo para el que se
destinaron 1.100 millones de pesos.
El kit contenía una cuna de madera con colchón y
acolchado, juego de sábanas y toallas, “enteritos” de manga larga y corta,
bolsa y cambiador, chupete, mordillo, extractor de leche materna y un
termómetro digital, un tarjetón de identidad y un diario para que la mamá
registre el historial de su hijo, en entre otros elementos.
La denuncia por el pago de sobreprecios y otros
ilícitos fue realizada por la legisladora porteña Graciela Ocaña, quien destacó
que las seis empresas que habían obtenido la adjudicación del plan tenían un
objeto social distinto al de la fabricación de esos artículos que integraban el
kit.
PUBLICADO EL 24/09/2016
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