El ministro de Energía y Minería justificó el nuevo
cuadro tarifario con un aumento promedio de 203% para el gas natural, que se
presentará en la audiencia pública de la semana próxima, y precisó en
declaraciones radiales que “en meses fríos, julio o agosto, el 37% de los
hogares pagará menos de 250 pesos mensuales”.
El objetivo del aumento de tarifas, dijo Juan José
Aranguren en declaraciones a radio Mitre, es “disminuir subsidios y generar
condiciones para que más gente tenga acceso a gas natural”, ya que quienes hoy
consumen gas licuado pagan 300 pesos por mes.
“Los planes de las empresas transportistas y
distribuidoras para que más hogares tengan acceso, que haya energía y no se
corte el abastecimiento de gas a las industrias en invierno, se conocerán en
una segunda audiencia, en la segunda quincena de octubre, con la revisión
tarifaria integral”, dijo Aranguren.
Sobre el impacto del ajuste tarifario que regirá
desde ese mes, el ministro adelantó que esta noche se publicará “uno de los
últimos cuadros de la presentación que vamos a hacer en la audiencia”, en el sitio
web del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
Según esos cuadros, en los meses cálidos -enero y
febrero- el 79% de los hogares pagará una tarifa de gas de menos de 250 pesos
mensuales.
Aranguren
dijo que habrá un aumento mayor para los consumos más bajos (de hasta 56 metros
cúbicos, 237%), lo cual se debe a que “los que más consumen ya tuvieron una
actualización superior a los que menos consumen, pero en valor absoluto la suba
será menor”.
El ministro recordó que sobre 8,1 millones de
hogares con acceso a la red de gas, el 60% del país, el grupo que tiene tarifa
social llega a 1,5 millón.
Aclaró luego que “no hay una correlación directa
entre consumir menos y ser pobre”, ya que muchos departamentos en Puerto Madero
están en la categoría R1, mientras que la tarifa social va también a consumos
elevados, que son viviendas multihogares.
“Después de la propuesta inicial en la audiencia, y
de la razonabilidad de las presentaciones, se decidirá si tenemos que hacer una
compensación o ajuste”, agregó Aranguren.
El ministro recordó que “los consumos residenciales
pertenecían antes a una categoría única, pero esto cambió como una forma de
amortiguar el impacto de la devaluación a la salida de la convertibilidad, y no
estar generando situaciones indeseadas”.
“Esto se modificó en la última década y provocó una
demora en la inversión, pérdida de abastecimiento energético, caída en las
reservas en gas y hoy, como consecuencia de esas políticas, estamos importando
el 30% del gas natural que consumimos”, evaluó.
Aranguren remarcó que “esa importación impide
invertir y dar trabajo en la Argentina, cuando el país tiene recursos
suficientes. Y debido al alto consumo nos vemos obligados a consumir gasoil en
el invierno, combustible más contaminante que podemos reemplazar por producción
local de gas natural”.
Tras resaltar que “se mantiene el sistema
escalonado”, agrupado en tres categorías en vez de siete, el ministro consideró
que “beneficia más la capacidad de consumo, porque el que está en la categoría
R1 prácticamente no puede ahorrar más, porque es el nivel mínimo que
corresponde, salvo que esté en un barrio de poder adquisitivo alto”.
Aranguren puso de relieve, por último, la
“protección sobre los más vulnerables”, al asegurar que “la tarifa social llega
a los que más la necesitan: el año pasado había 270 mil hogares exceptuados de
pagar el gas y con el incremento que regirá a partir de octubre habrá 1,5
millón”.
PUBLICADO EL 06/09/16
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