El policía detenido acusado de obstaculizar la
búsqueda de su colega Lucas David Muñoz, desaparecido hace 19 días en
bariloche, será indagado por la Justicia, en tanto buzos y perros se sumaron al
operativo para dar con el efectivo.
Fuentes vinculadas a la investigación informaron
que durante esta jornada la búsqueda fue reforzada por buzos y perros
rastreadores procedentes de las localidades de Río Colorado y Villa Regina,
quienes procuraban encontrar algún rastro del desaparecido.
En tanto, ayer a la tarde, fue trasladado a
Bariloche el policía Néstor Meyreles, detenido por Gendarmería Nacional en
Colonia Catriel el viernes último, quien será indagado como sospechoso de
encubrir y obstaculizar la investigación por el juez Bernardo Campana, a cargo
de la causa.
"Estamos trabajando sin pausa ni descanso,
hacemos muchísimas diligencias todos los días pero no hay novedades", dijo
el fiscal que trabaja en el expediente, Martín Govetto, quien puso el foco en
la trama policial del encubrimiento del caso, en el que están también imputados
tres comisarios, un subcomisario y dos oficiales, todos pasados a
disponibilidad mientras se desarrolla la investigación.
Govetto dijo que los refuerzos para la búsqueda
consisten en equipos con dos buzos especializados y dos perros, uno de los
cuales está entrenado para seguir rastros en el agua.
En cuanto al policía detenido, considerado clave en
la búsqueda de Muñoz y la desarticulación de la obstrucción policial, el fiscal
indicó que luego de ser
notificado de la imputación y de que designe un
abogado defensor será indagado por Campana.
Meyreles fue trasladado desde Colonia Catriel a
Bariloche por personal de Gendarmería y quedó alojado en una celda del
Escuadrón 34.
Los efectivos entregaron en tribunales los
elementos secuestrados durante un allanamiento realizado en la vivienda del
policía y en la comisaría de Colonia Catriel, donde se desempeñaba.
Durante la pesquisa se determinó que Meyreles había
comprado el chip de un celular a nombre del oficial Muñoz -operación para la
que incluso consignó su DNI-, dos días después de su desaparición.
Además el sospechoso hizo al menos un viaje a
Bariloche sin motivo aparente en medio de la búsqueda de Muñoz, lo que aumentó
la sospecha de los investigadores.
Muñoz desapareció el jueves 14 de julio, entre las
13 y las 14.25, cuando se dirigía armado y uniformado a la comisaría 42, donde
se desempeñaba como oficial de servicio.
Dos compañeros a bordo de una patrulla fueron los
últimos en verlo a cuatro cuadras de la dependencia, en el barrio Dos de Abril,
mientras conversaba con alguien que estaba en un auto gris, probablemente un
Chevrolet Corsa.
Según distintos testimonios, la policía tardó 15
horas en poner en marcha la investigación, aunque antes, los dos de los
oficiales imputados (Luis Irusta y Julián Morales, del Departamento de
Seguridad Vial), realizaron un allanamiento sin orden judicial en la habitación
que Muñoz ocupaba en una pensión situada en Moreno y Frey, en el centro de la
ciudad.
Los investigadores creen que esos policías, con la
colaboración de los jefes apartados, encararon una investigación paralela para
confundir a la Justicia.
En ese marco, los pesquisas, Incluso descubrieron
que el Libro de Novedades de la comisaría 42 tiene siete páginas adulteradas.
PUBLICADO EL 02/08/16
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