El gobierno constitucional turco recuperó el
control total del país después del fallido y sangriento intento de golpe
militar, informó el primer ministro, Benali Yildirim.
Según la agencia turca Anadolu, hay más de 1.100
heridos. "La situación está bajo control", aseguró el islamista
Yildirim, al precisar que murieron 20 de los soldados golpistas, lo que
contradice la cifra ofrecida poco antes por el propio Ejército turco de 104
fallecidos.
Cientos de militares implicados en la violenta
intentona golpista se rindieron este sábado.
Ümit Dünar, nombrado en la mañana de este sábado
jefe interino del Estado Mayor de Turquía (el titular, general Hulusi Akar,
había sido secuestrado por los golpistas) informó de la fallida la asonada militar.
"El intento de golpe de Estado fue rechazado
desde el inicio por la comandancia (del Ejército). Una solidaridad histórica en
Turquía hizo fracasar el intento golpista", aseveró Dünar, según informa
la agencia EFE.
El Servicio de Inteligencia de Turquía (MIT) ya
había dado en la noche del viernes por fallida la intentona, pero los combates
continuaron hasta la mañana de este sábado, si bien todos los medios informaban
de un número creciente de rendiciones.
Poco después de las 22 (16 de Argentina) del
viernes, la población de Ankara fue sorprendida por unos inesperados
movimientos de tropas y el paso rasante de aviones militares, mientras se oían
disparos cerca del cuartel del Estado Mayor.
Los militares golpistas cerraron dos puentes sobre
el Bósforo en Estambul y ocuparon los aeropuertos internacionales de esa ciudad
y de Ankara, los cerraron al público y cancelaron todos los vuelos, además de
secuestrar al jefe del Estado Mayor, Hulusi Akar, quien fue liberado este
sábado y trasladado en helicóptero a un centro de crisis.
Unas dos horas después enviaron un comunicado
electrónico a la prensa en el que afirmaban haber tomado el control en todo el
país y advertían que imponían la ley marcial.
El aeropuerto internacional Atatürk de Estambul, el
mayor del país, fue uno de los lugares más rápidamente liberado de los
militares que lo habían ocupado en la noche del viernes.
Poco después de la liberación del aeropuerto,
aterrizó en su pista el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, proveniente
de la localidad turística de Bodrum, al sur de Turquía, y en una comunicación
telefónica a una televisión transmitida en directo, llamó a la población a
resistir.
Así, decenas de miles de ciudadanos salieron a las
calles de Ankara y Estambul enarbolando banderas turcas para rechazar el golpe.
Los golpistas bombardearon con cazas y helicópteros
el Palacio Presidencial, el Parlamento y la Dirección de Seguridad en Ankara.
También en torno a esos edificios, así como a la
sede del Estado Mayor, se produjeron violentos enfrentamientos entre los
golpistas, por un lado, y policías, gendarmes y soldados leales al gobierno,
por el otro.
Los medios turcos informaron que militares rebeldes
dispararon contra la multitud que protestaba contra el levantamiento y trataba
de cruzar uno de los puentes que unen la parte asiática de la ciudad con la
europea, y que había sido tomado por los golpistas.
Por los hechos, el Ministerio de Interior turco
destituyó a 5 generales y a 29 coroneles.
Erdogan, por su parte y en una posterior mensaje en
persona ofrecido en Estambul, calificó la acción de los militares rebeldes como
"un regalo de dios que permitirá limpiar el Ejército" y prometió
castigar a los responsables.
"Esto es traición. Pagarán un precio muy
alto", amenazó el jefe del Estado y hombre fuerte del país.
El jefe del Estado acusó al influyente predicador
islamista Fethullah Gülen, un antiguo aliado suyo y ahora enfrentado a él, de
haber orquestado la acción desde Pensilvania (EEUU), donde vive.
Pero la Alianza por los Valores Compartidos, el
grupo liderado por Gülen, rechazó esas acusaciones y calificó de
"sumamente irresponsables" las palabras de Erdogan.
"Durante más de 40 años, Gülen y sus
seguidores hemos defendido y demostrado nuestro compromiso por la paz y la
democracia. Hemos denunciado reiteradamente las intromisiones militares en
política", apuntó el grupo, que tiene sede en Nueva York, en un
comunicado.
En tanto, quedaron liberados los puentes de
Estambul sobre el Bósforo, que habían sido bloqueados en la noche del viernes
con tanques de los golpistas, así como también las sedes de las emisoras de
televisión TRT y CNNTürk quedaron libres de militares tras ser ocupadas
temporalmente.
La comunidad internacional reaccionó unánimemente
en apoyo a la legalidad constitucional en Turquía y condenó el intento
golpista.
La ONU, EEUU, Rusia, Francia, Alemania, Reino
Unido, la UE, Grecia, España, México, Irán, Argentina, Venezuela y Guatemala,
entre otros, defendieron al presidente turco.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, de
la que Turquía es miembro, pidió "calma y moderación" y "total
respeto" a las instituciones democráticas y a la Constitución de Turquía.
PUBLICADO EL 16/07/16
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